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Van Helsing y el auge del Terror

Anoche fuí a ver Van Helsing con D., aunque ya la había visto en Panamá hacía un mes aproximadamente. Estoy full agredecido por el reciente auge del cine de Terror, aunque cuando se le aplican tantos efectos especiales, se pierde mucho el efecto terrorífico y de suspenso de este tipo de películas.

Esta película en especial seguro será catalogada de meramente comenrcial, pero para mí la unión de varios "monstruos" clásicos me hace ver un sutil homenaje literario al género de la novela de terror de los buenos tiempos. Cerca de 1818 o 1820 (no recuerdo la fecha con exactitud), durante un invierno inglés relativamente extenso, Mary y Percy Shelley se reunían con frecuencia con Lord Byron y otro escritor (cuyo nombre no puedo recordar), y para entretenerse en los días de lluvia, además de las amenas conversaciones filosóficas, idearon entretenerse escribiendo una historia de terror cada uno, pues les había caído en las manos una serie de traducciones de "relatos de fantasmas", entre las que seguramente se contaban algunas historias de vampiros, que ya entonces estaban algo de moda. De esas reuniones nació el "Frankenstein" de Mary Shelley.

Un año después editaron "The Vampyre", de J. Polidori, una historia del clásico vampiro victoriano. Antes de terminar el siglo se habían lanzado obras tan importantes como "Carmilla" de LeFanu y "Dracula" de B. Stoker. Y en 1885 R. L. Stevenson imprimió "Dr. Jekill y Mr. Hyde".

La inclusión de todos ellos, exceptuando el "Werewolf" u Hombre-Lobo, que bien puede aceptarse como una licencia válida dentro de la idea general, no deja de ser atractiva. La relación entre el Doctor Victor Frankenstein y el Conde Vlad Dracul es arriesgada pero no carente de innovación y no les quedó tan mal. En especial por la relación que establecieron entre ambas historias usando el hilo del reto a Dios.

Finalmente me gustó. Un par de las "novias" de Dracula están bien buenotas, y la protagonista femenina no está mal tampoco. No es un criterio muy sólido para juzgar la pieza, pero buéh, otro día se me ocurrirán mejores razones.

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