
Por supuesto que el pone-títulos no debe tener idea de lo que trataban las cruzadas, pues en la película apenas si tocaron el tema. Si le hubiesen puesto "Los Cruzados" hubiese resultado algo más acertado, pero igual, el asunto es que la película se basa en el hecho histórico de la pérdida de Jerusalem después de la Segunda Cruzada, defendida por franceses e ingleses (francos y sajones en aquella época) y recuperada por algún pueblo árabe (Sarracenos) que eran más arrechos que Kalimán.
Estudié hace un tiempo un par de libros acerca de las Cruzadas, Los Templarios, y algunos otros temas conexos, y me gustó que algunos hechos, como las fechas y varios de los personajes, el juego político, el factor dominante de la iglesa católica (en especial su influencia casi todopoderosa y el cuidado extremo e hipócrita por sus propios intereses), entre otros, estuvieron bastante cercanos a la realidad. Como por ejemplo el Rey Leproso, que creo corresponde a la figura de Balduino IV, y el orgulloso jefe sarraceno Saladdin.
Claro que estoy consciente que hay que tener mucho cuidado con el tratamiento que se le da a la iglesia y la idea que se pueda tener de ella sólo por los hechos que ocurrieron en esos siglos, como dice uno de los historiadores, hay que saber separar el grano de la paja.
Las actuaciones no fueron gran cosa. Estuvieron bien, que ya es bastante. Orlando Bloom en un papel más machito que el del Legolas de "El Señor de los Anillos". Liam Neeson y Jeremy Irons sobradísimos y una Eva Green desconocida para mí. El "malo" resulta ser el mismo "anarquista" moderno de "XXX", que fue derrotado por un Vin Diesel jamesbondsista.
Me gustó varios detalles que dan cuenta que el director o el guinosta sí hicieron su tarea de investigación. La cachetada para investir de Caballero, en lugar de la más cinematográfica y común imposición de la espada en los hombros. El viaje en barco para llegar a Tierra Santa, que era más común que un viaje por meses a caballo. La multiplicidad de idiomas que iban y venían. La vida calmada de moros y cristianos en Jerusalem hasta que a los Papas les dió por "limpiar de infieles" el sitio. El lujo de los moros o sarracenos y su cierta superioridad intelectual frente a la ordinariez franco-sajona.
En fin, que para los curiosos que prefieren conocer la historia a partir de las tergiversadas versiones jolivudenses, esta tiene sus ventajas sobre otras. Veo con agrado que cada vez más, los directores se están preocupando por no desviar tanto los hechos históricos en favor de "lo que el público quiere ver".
Comentarios
Besoos
Saludos desde L.A.