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Discos duros externos

El gadget de moda en esta temporada son los discos duros externos, aparatejos que se han hecho muy deseados debido a la inmensa cantidad de basura información digital que generamos inclusive en nuestros propios hogares, contando desde fotos de cámaras digitales, fotos de las pseudo-cámaras de los celulares, la colección de cedés eme-pe-tri-zados que se van acumulando en el directorio "mi música", los videos terribles de aficionado tomados con las mismas cámaras fotográficas o con las nuevas cámaras de video digital, o con los benditos celulares, documentos del trabajo, documentos de tareas de los chamos, en fin, paremos de contar que ya cualquiera debe estarse imaginando unos tres o diez ejemplos más (sean unos más "legales" que otros, que para el tema da igual).

Los precios acá en Venezuela, o en otros países latinoamericanos no los he revisado mucho, pues me enfoco principalmente en revisar las revistas gringas que se especializan en el tema, como las ya clásicas PCWorld y PCMagazine, así como en los websites de las tiendas grandes que por lo general colocan descuentos interesantes, como Amazon.com, Buy.com, Compusa.com y otras, y que son bastante accesibles en nuestro terruño a costa de morderle un pedazo al cupo en dólares que nos permite generosamente el gobierno utilizar de nuestras tarjetas de crédito. En esos sitios los precios son similares, rondando los 80 centavos de dólar por gigabyte, que no está nada mal.

Ahora están saliendo, siguiendo la moda de los últimos años, un conjunto de disco duros externos con diseños hechos por profesionales del ramo, hay uno incluso que lo ha diseñado la misma gente que diseña ¡los Masseratti! Y yo que todavía recuerdo las PC grises y la revolución estética que supuso las primeras que salieron de luto, digo, de negro "nosequé".

Ya mis pobres discos duros internos, los de la máquina "grande" no dan abasto a la cantidad de información valiosísima que he estado almacenando en ellos. Cuando fuí a grabar unas canciones de la gran Lila Morillo el sistema me avisó con un pequeño globo amarillo -cual cómic ochentoso- en la esquina inferior derecha de la pantalla, allí cerca del relojito, que el "Disco E:" se estaba quedando sin espacio. Esa fue la señal que me puso sobreaviso y que me hizo pensar en serio comprar otro disco. Pero comprar otro u otros discos internos, y lidiar con el tener que abrir la máquina, limpiar el polvo y las telarañas que debe haber dentro, reorganizar las vainas internas pa' meter otro disco, lidiar con cables y tornillos (esos que se caen dentro dos y tres veces y que cuesta un universo paralelo sacarlos de nuevo), correr el riesgo de carbonizar algún circuito con la electricidad estática del cuerpo que siempre se me olvida "descargar", y luego armar todo de nuevo, en verdad que me dió dentera, como cuando uno se come tres mangos verdes seguidos a punta de diente hasta que la pepa queda brillante.

También el pensar en la flexibilidad que significaría viajar donde los viejos o donde mis hermanos y llevarme el disco full de canciones y videos y solamente enchufarlo a un puerto USB pa' disfrutarlas en familia, o llevarlo a la parilla con los compadres y hacer lo mismo en pocos minutos, me permitió eliminar toda duda en cuanto a decisión de compra.

Luego de revisar e investigar en varios sitios entonces, de sacar cuentas de costo por gigabyte, revisar los comentarios de los compradores alertando los peligros de tal o cual perol de estos o de alabar las maravillos de otro me decidí por un Seagate FreeAgent Pro 500 GB USB / eSATA External Hard Drive, con una cantidad de memoria suficiente para contar todas las hormigas del país y de paso guardar una que otra canción de alguna luminaria de nuestras tierras o de allende las fronteras.

De la ligera investigación que hice, parece que algunos discos de estos dejan de funcionar cerca de las dos primeras semanas de uso, aunque parece ser un porcentaje muy pequeño de estos, más que nada por problemas de sobrecalentamiento, y es que la mayoría por dentro no tiene otra cosa que un disco duro indéntico al que tienen las computadoras de escritorio, pero por cuestiones de ruido, no vienen con los ventiladorcitos esos que sacan el calor del cajón. Con todo y eso me arriesgué sabiendo que me sería muy difícil hacer valer la garantía estando tan lejos del lugar de la compra, aunque si me llega a suceder, haré el intento de usarla.

Por cierto que PCWorld tiene un artículo bastante ilustrativo de los nuevos disco externos, casi todos de diseños full modernos y de "marca", acá la dirección.

Espero que mi perolito llegue pronto, aunque como seleccioné el "free shipping" me han avisado que el susodicho puede tardar unas cuantas semanas.

Amanecerá y veremos.

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