Ir al contenido principal

64 bits

Hace casi un año compré una tarjeta madre (e.i.g.: motherboard) basada en un procesador AMD Atlhon de 64 bits. En ese entonces una de las opciones más poderosas en rendimiento y poder de cómputo. Luego de varios intentos me dí cuenta que el sistema operativo Microsoft Windows XP Pro que ya tenía desde hace años ahora no me servía, con frecuencia la máquina se 'colgaba', se reiniciaba o se comportaba de forma errática; todo se solucionó cuando instalé la versión de 64 bits.

Pero en el lapso de un año he tenido que aguantar algunos detalles fastidiosos, pocos pero igual fastidiosos. Resulta que la versión de 64 bits del omnipresente Windows es estable, rápido y en todo idéntico a su hermano menor de 32 mordiscos, pero como lo utilizamos apenas una minoría de 'usuarios' ocurre con cierta frecuencia que algunos programas, sean aplicaciones de trabajo, juegos y en especial los pequeños controladores de diversos dispositivos como impresoras, escáneres, discos externos, quemadores y muchos otros etcéteras, sencillamente no los producen para esta versión.

Me encontré entonces que mi impresora de inyección de tinta, una jiule-pacar barata, común y silvestre, no la podía usar, hasta que luego de varios emails a la gente de soporte alguno se compadeció de mi dolencia y me envió un enlace donde bajé unos controladores, eso sí, en estado 'beta', léase si-fallan-es-peo-suyo. Menos suerte tuve con los controladores de mi quemador de cd/dvd externo y de mi nuevecito disco duro externo de quinientos yigas. Los mismo pasó con el antivirus y el cortafuego. Que vaina.

Ahora me he resignado. Espero con atención y paciencia a que vayan saliendo las versiones. Mientras tanto utilizo los dispositivos en mi portátil, una Lenovo Thinkpad Z60t, un modelo que no le hace honor a las excelentes máquinas de la línea Thinkpad.

Hace poco instalé el Ubuntu Linux sobre una máquina virtual creada con la edición gratuita de VMWare, pero me pasó algo similar: controladores inexistentes, aplicaciones que uso de forma diaria incompatibles y un caso frecuente: los programas alternativos que lucían excelentes opciones, había que 'convertirlos' y 'compilarlos' para 'adaptarlos' a esta versión de linux. Ya no estoy tan chamo como para que esos menesteres me emocionen.

Ni modo.

Amanecerá y veremos.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Guía rápida para pasar como un experto en vinos

Hace poco leí un artículo con este título en un diario gringo en línea y pensé que podría escribirle a mis panas locales una guía similar, tomando ideas de ese texto, intentando no copiar descaradamente, y adaptando un poco el tema a nuestro mercado, aunque quizás funcione también para otros países vecinos. Acá van entonces algunos consejos para que cualquiera de Ustedes pueda parecer y sonar como todo un experto en vinos, claro que es importante ponerlos en práctica cuando uno se encuentre en compañía de colegas, amistades o familiares, que eso de tratar de convencerse a uno mismo no parece ser muy útil. Compra vinos –o recomienda comprarlos– en bodegones o supermercados de alto nivel. Justifica los precios mayores con aquello de que en esos sitios las botellas tienen mayor rotación, pues la gente de dinero toma más vino que güisqui dieciocho años. Llama siempre cepas a las uvas. Es exactamente lo mismo, pero te hace parecer un conocedor.

Fast track: SDQ-SJU-SDQ

Vuelo de nuevo ida por vuelta a San Juan desde Santo Domingo. ¡Que santas suenan estas ciudades! Santo, Santo, Santo es el Señor. El Domingo regresé casi a medianoche a Santo Domingo sin mucho problema, sólo lamentando no haber tenido tiempo de comprar un juego de copas Riedel que bastante falta me hacen, pues las copas de cristal para vino tienen la mala costumbre de quebrarse con frecuencia. Una copa Riedel cuesta en Caracas aproximadamente $30,00 (treinta dólares americanos), una sola copa, repito. En cambio en nuestro hermano norteño, tan denigradito él por estos días, un juego de cuatro copas de la misma marca y sabor cuesta unos cuarenta pedruscos similares ($40,00). Cuatro copas completicas con base y todo. ¿Las ventajas del mercado de oferta y demanda? Igual creo que la semana que viene me toca otro vuelo fugaz y contaré con más dinero, quizás entonces pueda darme el pequeño lujo.