General Motors se declara en bancarrota

Es un lugar común comentar que dentro de las desgracias que traen las crisis, siempre saldrá una que otra bendición para quien la sufre. Vamos, que no hay mal que por bien no venga y un guacal de refranes y dichos similares que varían de país en país, pero que al final de cuentas cuentan lo mismo.

Y esta crisis financiera que está atravesando el mundo, y de la que el sistema de libre mercado gringo y la administración algo mani-floja de su estado tienen gran responsabilidad, no podía ser la excepción de la regla.

General Motors, y en general muchas de las empresas que no podrán sortear la crisis y necesitarán de la "mano salvadora del estado", o de terceros con cuartas intenciones, para poder sobrevivir, siento que son un ejemplo de los problemas por los que pasa una empresa mal administrada cuando las condiciones que la rodean se mueven un poco.

Directivos con bonos de productividad super-millonarios, productos intrascendentes con márgenes de rentabilidad exagerados, gastos superfluos constantes y crecientes, desviación del enfoque en el cliente para fijarse más en los accionistas o en las utilidades, y pare de contar que no es la idea tampoco intentar lecciones de mala gestión. Todas estas menciones se pueden conseguir como "peores prácticas" en cualquier librito de gerencia de empresas, algunos de los cuales quizás hayan sido escritos por algunos de los ejecutivos de esas mismas empresas que ahora necesitan declararse en banca rota para no morir súbitamente. Esos mismos ejecutivos y empresas que se aprovecharon de tiempos de bonanza y de gobiernos con leyes lo suficientemente "flexibles" para poner las ganancias de la minoría sobre las de la mayoría.

Y ojo que no estoy hablando de socialismo empresarial, sino de una fórmula matemática sencillita: si los productos o servicios que generas se enfocan más en las necesidades de tus clientes que en la de tus dueños, no habrá crisis que te tumbe en pocos meses.

Y podemos poner como ejemplo a empresas gringas y que a la vez son estandartes del capitalismo puro y duro, como Walmart, Best Buy y Apple entre otras y algunas menores pero muy exitosas como JetBlue. Empresas orientadas fuertemente a dar los mejores precios posibles a sus clientes, la mejor calidad que sea posible dentro de esos precios, y donde estos valores se mantienen férreos, sobreviviendo incluso cambios de directivos a lo largo de los años.

Estoy seguro que un análisis profundo y objetivo de GM, y de otras que están cayendo en el mismo saco como Chrysler, Fanny Mae, City Group y varias más, revelaría lo que he estado comentando desde un principio.

Al parecer se cumplen como siempre las máximas que se conocen desde el principio de los tiempos. En este caso me gusta mencionar aquella que reza que ningún extremo es sano. Ni el "libre mercado", aquél donde el gobierno no debe meter sus narices, sino dejar que los vaivenes de las empresas y el consumo sean quienes dicten las premisas que rigen la vida de los ciudadanos de un país; ni el socialismo a ultranza, aquel que sostiene que todos los factores productivos deben ser controlados por un estado omnipotente. Ambos son las puntas, los extremos de una larga lanza sobre la que vive la mayoría de las gentes de una región. Ambos predicados perniciosos que a la larga se convierten en el "mal de 100 años" que no debe durar mucho, pero que igual hace mucho daño en el intermezzo.

Ojalá que nuestra civilización pueda aprender más rápido de sus errores. De ambos lados de la lanza, y que consigan más pronto que tarde el equilibrio justo, o al menos más cercano al punto medio, que evite desbalances que generan sufrimiendos en grandes proporciones, cuando menos.

¿Amanecerá y veremos?


Referencias: GM se declara en bancarrota. Cotización de Walmart. Cotización de Best Buy. Cotización de Apple. Cotización de Fanny Mae. Cotización de City Group. Cotización de GM. Cotización de JetBlue.