Cousiño-Macul Doña Isidora Riesling 2010

Siempre resulta interesante probar cepas caractarísticas de un país o región, como en este caso la Riesling alemana (o alsaciana, según se lea), cuando vienen de otro país muy diferente en geografía, tierras y clima, como de nuevo es el caso de este vino blanco chileno, del ya famoso valle del Maipo que tantos buenos caldos está dando. Por supuesto que aunque uno espera sentir los aromas y sabores típicos de la uva en cuestión, también se espera, sobretodo, las diferencias, esos aromas y sabores que esta nueva tierra casi antípoda, este clima y vientos tan diferentes a los de su origen, le deben agregar obligadamente para lograr un producto único y ya despegado por completo de su terroir madre.

Claro que no es fácil en Venezuela conocer bien esta cepa, pues de Riesling hemos tenido, tenemos y tendremos en el futuro cercano, muy pocos vinos para poder hacernos la idea, y menos si hablamos de vinos de Alemania o de la Alsacia francesa; habrá que esperar tiempos mejores para los importadores de esas añoradas etiquetas. Así que es difícil entonces tener ya en la mente grabadas las sensaciones de esta uva a partir de las múltiples desgustaciones, personales o grupales, de muchos vinos hechos de ella, a diferencia de la gran variedad de malbecs, merlots y cabernets que pululan en bodegones, supermercados y tiendas (más o menos) especializadas.

La marca Doña Isidora presentea vinos jóvenes de las bodegas Cousiño-Macul, una respetada casa de vinos de Chile que aporta varias marcas a nuestro mercado, en especial recuerdo el Cabernet Sauvignon 2007 de la línea Antiguas Reservas, que me dejó muy grata impresión, en una degustación a la que me invitaron los amigos de @VINOSPARATODOS, y que desde entonces he recomendado en varias ocasiones. Esta botella es de 100% Riesling, de cepas que provienen de estacas importadas por la misma familia Cousiño hace más de un siglo de Alemania a Chile.

En la copa es de color amarillo pajizo, limpio y brillante. Al llevarlo a la nariz, sin agitarse, los primeros aromas que se destacan son básicamente florales, aromas que siempre me ha costado un poco reconocer pero que al final logro por descarte, pues no se sienten las típicos notas de frutas de muchos vinos blancos como manzana verde, pera, piña u otras, tampoco herbáceas y menos minerales; sí se sienten en cambio unas notas punzantes como a especias, pero más como clavo de olor o canela suaves. Al agitar se intensifican las flores y se confirma en especial el clavo de olor, también por un toque como dulzón pero muy ligero.
En boca el ataque es suave, y se siente de inmediato un cuerpo generoso, acidez media muy controlada, notas dulzonas como de manzanas y un retrogusto que mantiene la presencia de flores y algo de especias.
El final es suave, algo untuoso y de persistencia media a larga, muy agradable realmente. Deja la sensación de querer acompañar esas ensaladas a las que le agregan lajas de manzanas rojas, o incluso tapas a base de frutos del mar.

Bastante interesante este riesling de Cousiño-Macul. Me ha gustado en verdad y pienso que es muy recomendable por su precio, algo menos de Bs. 60,00, por lo que provoca tener mas de una botella en casa para las ocasiones en que provoca un vino blanco, fresco, pero alejado de algunos caracteres demasiado ácidos de otras cepas de ese color.

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