He terminado el curso que vine a tomar en Atlanta. No estuvo mal aunque hubiese esperado algo mejor. Son casi las cuatro de la tarde (hora de aca) y me han dado ganas de ir a visitar el Coca-Cola Museum, pero mi angel intelectual se rebela en contra de una actividad tan agringada.
Ni modo, al parecer no voy un carajo pa'l coca-museum.
(¿pagar mas de quince mil bolos pa' ir a ver botellas de refresco? ¿no te da verguenza? Te ufanas de haber conocido a Umberto Eco y ahora vas a ir a hacerle una reverencia a la gaseosa americana!!!).
Ni modo, al parecer no voy un carajo pa'l coca-museum.
Comentarios