

Demasiado arrechísimo "El Evento" en Barinitas. El tan esperado matrimonio del Compadre no podía ser menos. El autobús que alquilamos para que nos llevara tenía asientos que no se podían reclinar, por lo que no podía casi dormir, como es mi costumbre cada vez que cojo carretera, así que tuvimos que pelar por sendas botellas de "blac léibel" para alegrar el camino, pero como se terminaron antes de llegar, a uno de los concañeros se le ocurrió la ¿genial? idea de sacar una botella de ron de una marca sospechosamente poco conocida. Así que llegué al puerto de destino imagino que muy alegre, pues realmente no recuerdo mucho mas allá del comienzo de la autopista de Ospino.
En el evento hubo de todo, desde dos terneras preparadas en vara, como Dios manda por esos lares, pasando por dos grupos de música llanera, uno de vallenato y una orquesta de música bailable, hasta el consabido "picadillo" llanero pa' ir bajando la caña libada desde mediodía como hasta las doce de la madrugada que comenzaron a repartirlo.
Lo único chimbo de estos tres días fue que las pilas de mi Olympus C3000 no aguantaron mucho y hubo que estar recargándolas y pidiendo prestadas o comprando alkalinas que no duran mucho. Pero bueno, nada puede ser perfecto, y falta que hace mientras haya "cajne en vara", caña y los panas de siempre.
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