Ir al contenido principal

Al Punto Fijo, camino largo

Fueron cuarenta y cinco minutos en avión de ida, y de regreso, en compañía de unos amigos, fueron algo como ocho horas de rodar casi toda la noche. Punto Fijo está situado en algún lugar de la Península de Paraguaná, y aunque el camino es largo, el trayecto se hace viable gracias buena compañía y mejor conversa.

Dicté un par de talleres a un equipo de gente bien interesante, de distintas profesiones y edades, pertenecientes todos a una gran Cooperativa financiera que está queriendo mejorar sus procesos internos así como el compromiso comunitario de todos sus asociados. Es otro mundo que he aprendido a apreciar gracias a la ayuda de varios viejos amigos (que no amigos viejos) y la herencia de esta amistad que me dejó mi tío Macario.

Aproveché antes de venirme los precios de "Puerto Libre" y compré un tetra-pack de blacléibol, pa' acompañar la navidad, que amenaza con acercase más rápido de que esperaba.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Guía rápida para pasar como un experto en vinos

Hace poco leí un artículo con este título en un diario gringo en línea y pensé que podría escribirle a mis panas locales una guía similar, tomando ideas de ese texto, intentando no copiar descaradamente, y adaptando un poco el tema a nuestro mercado, aunque quizás funcione también para otros países vecinos. Acá van entonces algunos consejos para que cualquiera de Ustedes pueda parecer y sonar como todo un experto en vinos, claro que es importante ponerlos en práctica cuando uno se encuentre en compañía de colegas, amistades o familiares, que eso de tratar de convencerse a uno mismo no parece ser muy útil. Compra vinos –o recomienda comprarlos– en bodegones o supermercados de alto nivel. Justifica los precios mayores con aquello de que en esos sitios las botellas tienen mayor rotación, pues la gente de dinero toma más vino que güisqui dieciocho años. Llama siempre cepas a las uvas. Es exactamente lo mismo, pero te hace parecer un conocedor.

Fast track: SDQ-SJU-SDQ

Vuelo de nuevo ida por vuelta a San Juan desde Santo Domingo. ¡Que santas suenan estas ciudades! Santo, Santo, Santo es el Señor. El Domingo regresé casi a medianoche a Santo Domingo sin mucho problema, sólo lamentando no haber tenido tiempo de comprar un juego de copas Riedel que bastante falta me hacen, pues las copas de cristal para vino tienen la mala costumbre de quebrarse con frecuencia. Una copa Riedel cuesta en Caracas aproximadamente $30,00 (treinta dólares americanos), una sola copa, repito. En cambio en nuestro hermano norteño, tan denigradito él por estos días, un juego de cuatro copas de la misma marca y sabor cuesta unos cuarenta pedruscos similares ($40,00). Cuatro copas completicas con base y todo. ¿Las ventajas del mercado de oferta y demanda? Igual creo que la semana que viene me toca otro vuelo fugaz y contaré con más dinero, quizás entonces pueda darme el pequeño lujo.