Ir al contenido principal

Boricua soy... boricua vengo...

Preparo lentamente la maletica para salir mañana a una corta estadía de trabajo en Puerto Rico, esa isla semi-gringa que se resiste a perder su latinidad. Me alojaré en un pequeño apartahotel en Isla Verde, la zona bonchística de la isla por excelencia, seguramente con vista a una playa que no pisaré en toda la semana, si me conozco bien.

La gente de Puerto Rico es bastante agradable, es parecidísima a nosotros los venezolanos, en cuanto a gustos, colores, bailes, sabores, aromas, y un montón de etcéteras. Una de los temas que me han parecido más cómicos es el hecho de que sus comidad típicas son full parecidas a las que por estos lares, y las de otras islas del caribe. Por ejemplo la carne con arroz y habichuelas, muy similar a nuestra carne mechada con arroz y caraotas, o a la de República Dominicana.

Comentarios

Tecnorrante dijo…
Lateka, pasa tambien que la playa no me mueve mucho que digamos, pero si, talvez camine un poco a la orilla del mar, pa' tostarme un pelin y quitarme el amarillento tono que ya me es casi natural en el espejo

Entradas más populares de este blog

Guía rápida para pasar como un experto en vinos

Hace poco leí un artículo con este título en un diario gringo en línea y pensé que podría escribirle a mis panas locales una guía similar, tomando ideas de ese texto, intentando no copiar descaradamente, y adaptando un poco el tema a nuestro mercado, aunque quizás funcione también para otros países vecinos. Acá van entonces algunos consejos para que cualquiera de Ustedes pueda parecer y sonar como todo un experto en vinos, claro que es importante ponerlos en práctica cuando uno se encuentre en compañía de colegas, amistades o familiares, que eso de tratar de convencerse a uno mismo no parece ser muy útil. Compra vinos –o recomienda comprarlos– en bodegones o supermercados de alto nivel. Justifica los precios mayores con aquello de que en esos sitios las botellas tienen mayor rotación, pues la gente de dinero toma más vino que güisqui dieciocho años. Llama siempre cepas a las uvas. Es exactamente lo mismo, pero te hace parecer un conocedor.

Fast track: SDQ-SJU-SDQ

Vuelo de nuevo ida por vuelta a San Juan desde Santo Domingo. ¡Que santas suenan estas ciudades! Santo, Santo, Santo es el Señor. El Domingo regresé casi a medianoche a Santo Domingo sin mucho problema, sólo lamentando no haber tenido tiempo de comprar un juego de copas Riedel que bastante falta me hacen, pues las copas de cristal para vino tienen la mala costumbre de quebrarse con frecuencia. Una copa Riedel cuesta en Caracas aproximadamente $30,00 (treinta dólares americanos), una sola copa, repito. En cambio en nuestro hermano norteño, tan denigradito él por estos días, un juego de cuatro copas de la misma marca y sabor cuesta unos cuarenta pedruscos similares ($40,00). Cuatro copas completicas con base y todo. ¿Las ventajas del mercado de oferta y demanda? Igual creo que la semana que viene me toca otro vuelo fugaz y contaré con más dinero, quizás entonces pueda darme el pequeño lujo.