Preparo lentamente la maletica para salir mañana a una corta estadía de trabajo en Puerto Rico, esa isla semi-gringa que se resiste a perder su latinidad. Me alojaré en un pequeño apartahotel en Isla Verde, la zona bonchística de la isla por excelencia, seguramente con vista a una playa que no pisaré en toda la semana, si me conozco bien.
La gente de Puerto Rico es bastante agradable, es parecidísima a nosotros los venezolanos, en cuanto a gustos, colores, bailes, sabores, aromas, y un montón de etcéteras. Una de los temas que me han parecido más cómicos es el hecho de que sus comidad típicas son full parecidas a las que por estos lares, y las de otras islas del caribe. Por ejemplo la carne con arroz y habichuelas, muy similar a nuestra carne mechada con arroz y caraotas, o a la de República Dominicana.
La gente de Puerto Rico es bastante agradable, es parecidísima a nosotros los venezolanos, en cuanto a gustos, colores, bailes, sabores, aromas, y un montón de etcéteras. Una de los temas que me han parecido más cómicos es el hecho de que sus comidad típicas son full parecidas a las que por estos lares, y las de otras islas del caribe. Por ejemplo la carne con arroz y habichuelas, muy similar a nuestra carne mechada con arroz y caraotas, o a la de República Dominicana.
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