Inicio del fin... de semana

Hoy he ido a almorzar a McDonald's, por lo que tuve que pasar por la incomodidad de una cola larga de personas que se les ocurrió la misma idea, y que tenían el apoyo de haber sido "quincena", es decir día de pago. No soy fanático de esta comida, pero era lo más rápido y tenía una reunión al poco tiempo.

Leí en el periódico que nuestro ministro de defensa implementará mecanismos para sacar a los espías infiltrados de la CIA en nuestro ejército. No me gusta hablar de polícitica, pues en los momentos que vivimos en el país, las emociones se encuentran a flor de piel y los ánimos hierven con facilidad. Pero sí me gusta hablar de cine, y esta declaración del ministro lo primero que me provocó fueron visiones de libros y películas de espionaje. Ahora bien, si yo fuese ministro de defensa, y de verdad creyera que fuerzas imperialistas tienen infiltrado mi ejército, implementaría estos mecanismos sin decirlo públicamente. Es una humilde opinión, basada principalmente en mi amplia experiencia en películas y libros de espías, que comenzó desde temprana edad con las novelitas del FBI que intercambiaba con algunos panas pre-lectores.

Recordando el slogan del periodiquito humorístico aquel llamado "El Camaleón", que disfruté muchas veces, y que rezaba algo como "Un rato con el gobierno y otro con la oposición", me pregunto ¿Porqué será que los actos de corrupción y los desafueros verbales u operativos que salen en los periódico y la televisión son en su mayoría de personajes del gobierno? ¿será que los representantes de la oposición se convierten en funcionarios perfectos e incorruptibles cuando se alejan de la sombra del coso público o del centro del poder? ¿sus familiares mientras tanto se portan de lo más correcto, y cuando su allegado llega al poder es cuando les da por portarse como mandinga? Es bastante extraño en verdad.

Bueno, demasiada política para mi gusto.