El vuelo estuvo bastante tranquilo, con el único fastidio del avioncito bimotor que me trajo de Bogotá a Medellín. El "Puente Aéreo", como le llaman a un aeropuerto nacional que está al lado del internacional, en Bogotá, tiene conexión a Internet inalámbrica, pero no tuve tiempo de usarlas pues la conexión estuvo casi exacta. El taxista que me bajó estuvo de lo más hablador (tenía el secreto para arreglar los problemas de la ciudad). Y acá en el hotel no tenían suficiente alcance en el piso que me tocó para poder conectarme sin alambres. O sea que me bajaron un modem ADSL y me conectaron con cables, como a la antigua usanza.
Mañana tengo la intención, despues de trabajar, de probar la comida paisa, santafereña, caleña, o cualquier exquisitez colombiana que se me atraviese. Aunque sólo sea para vengar el sanguchito desabrido y triste de los aviones.
Me han recomendado el Centro Comercial Oviedo y el Vizcaya. No conseguí website de ninguno. ¿Será que no tienen? Gran descuido, de ser así.
Me santiguaré, si puedo, frente a la Vírgen de los Sicarios. Por si las moscas.
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