Vuelo de nuevo ida por vuelta a San Juan desde Santo Domingo. ¡Que santas suenan estas ciudades! Santo, Santo, Santo es el Señor. El Domingo regresé casi a medianoche a Santo Domingo sin mucho problema, sólo lamentando no haber tenido tiempo de comprar un juego de copas Riedel que bastante falta me hacen, pues las copas de cristal para vino tienen la mala costumbre de quebrarse con frecuencia. Una copa Riedel cuesta en Caracas aproximadamente $30,00 (treinta dólares americanos), una sola copa, repito. En cambio en nuestro hermano norteño, tan denigradito él por estos días, un juego de cuatro copas de la misma marca y sabor cuesta unos cuarenta pedruscos similares ($40,00). Cuatro copas completicas con base y todo. ¿Las ventajas del mercado de oferta y demanda? Igual creo que la semana que viene me toca otro vuelo fugaz y contaré con más dinero, quizás entonces pueda darme el pequeño lujo.
Comentarios
Es así, esa es parte de una escultura compuesta por tres piezas en gran formato, colocadas entre los edificio de la Torre Teleport, que es una construcción impresionante al norte de Bogotá, a pocos metros del Centro Comercial Hacienda (creo que se llama así), que a su vez está en la entrada de un pueblito que me encanta, de nombre Usaquén. He ido a esas torres varias veces en los últimos tres años y siempre me ha gustado admirar las esculturas y la vista de la ciudad que se aprecia desde allí.
¿Será que puedes conseguir el nombre de la obra y del escultor?