Ir al contenido principal

Fin de Semana "Largo"

Son casi las cinco de la tarde y ya todo el mundo en la oficina anda como bachaco pisando sal. Mañana es día de San Juan (me imagino que el Bautista) y no es "laborable" acá en Venezuela. Siempre me han parecido exagerados los días libres por conmemoraciones de santos o vírgenes, pero qué se le va a hacer, semos latinos y bonchones 'by default'.

Recuerdo que hace seis o siete u ocho años (no es muy bueno el recuerdo en cuestiones de tiempo) estaba en esta misma fecha en un proyecto en San Juan, Puerto Rico, y descubrí con asombro, al llegar muy tarde del trabajo al apartamento que nos tenían alquilado en Isla Verde, justo frente al mar, que había una algarabía y un bululú de gente en la playa, sancochos iban y venían, tarantines de cerveza (coor's light pa'to'el mundo) y chicas 'tequileras' por todas partes, y pues que los compañeros con que andaba y yo nos unimos rápidamente al jolgorio a ver de té iba la cosa.

A medianoche, los cientos, o miles, o diezmiles de gentes que había en la playa se pusieron de espalda al mar, se tomaron de las manos haciendo una gran cadena humana que se veía desde una punta a la otra de la costa, y cuando dieron las doce en punto, se echaron al mar de espaldas, agarrados aún todos, tres veces (¿o siete? no recuerdo bien) y luego siguieron bonchando y bebiendo y nadando hasta bien entrada la madrugada.




Era el día de San Juan Bautista, el patrón, por supuesto, de la Isla de San Juan.

Qué vaina tan buena la forma de celebrar los eventos religiosos que tenemos los latinos.

¡Salud, y mucho vino a todos los Boricuas en el día de su patrono!


    (NOTA: la foto no es mía, es de un fotógrafo muy bueno, la conseguí en Flickr usando el 'tag' "San Juan")

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Guía rápida para pasar como un experto en vinos

Hace poco leí un artículo con este título en un diario gringo en línea y pensé que podría escribirle a mis panas locales una guía similar, tomando ideas de ese texto, intentando no copiar descaradamente, y adaptando un poco el tema a nuestro mercado, aunque quizás funcione también para otros países vecinos. Acá van entonces algunos consejos para que cualquiera de Ustedes pueda parecer y sonar como todo un experto en vinos, claro que es importante ponerlos en práctica cuando uno se encuentre en compañía de colegas, amistades o familiares, que eso de tratar de convencerse a uno mismo no parece ser muy útil. Compra vinos –o recomienda comprarlos– en bodegones o supermercados de alto nivel. Justifica los precios mayores con aquello de que en esos sitios las botellas tienen mayor rotación, pues la gente de dinero toma más vino que güisqui dieciocho años. Llama siempre cepas a las uvas. Es exactamente lo mismo, pero te hace parecer un conocedor.

Fast track: SDQ-SJU-SDQ

Vuelo de nuevo ida por vuelta a San Juan desde Santo Domingo. ¡Que santas suenan estas ciudades! Santo, Santo, Santo es el Señor. El Domingo regresé casi a medianoche a Santo Domingo sin mucho problema, sólo lamentando no haber tenido tiempo de comprar un juego de copas Riedel que bastante falta me hacen, pues las copas de cristal para vino tienen la mala costumbre de quebrarse con frecuencia. Una copa Riedel cuesta en Caracas aproximadamente $30,00 (treinta dólares americanos), una sola copa, repito. En cambio en nuestro hermano norteño, tan denigradito él por estos días, un juego de cuatro copas de la misma marca y sabor cuesta unos cuarenta pedruscos similares ($40,00). Cuatro copas completicas con base y todo. ¿Las ventajas del mercado de oferta y demanda? Igual creo que la semana que viene me toca otro vuelo fugaz y contaré con más dinero, quizás entonces pueda darme el pequeño lujo.