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Anotaciones al margen

Son casi las cuatro y media de la mañana y ya tengo la maleta hecha, reviso todo el apartamento pensando si se me quedaría algo y pienso paralelamente que qué carrizo se me habría podido olvidar si casi no traje un ídem conmigo. En unos diez minutos debo llamar al taxi para que me diga "unidad treintaycinco rojo tres minutos". Empaco la maletica pensando lo que tendría que decirle al tipo de inmigración cuando pase por la aduana de Puerto Rico: "no señor, no llevo artículos punzopenetrantes; no señor, no tengo artículos explosivos, ni narcodependientes, ni demasiado pesados; sí señor, yo mismo hice la maleta y no se la he dejado a nadie extraño ni con aspecto de leer el corán todos los días, de hecho puedo decirle de memoria lo poco que llevo en la maletica: son sólo seis camisas, una azul medio raída, que no sé porqué la cargo aún de viaje en uno que otro viaje (¿quizás un amuleto inconsciente?), otra azul de cuadritos que ya debe tener como tres años pero que no se le nota porque es de buena tela, una amarilla y otra blanca con rayitas azules muy claras, con un loguito de un jugador de golf en donde debería ir el bolsillo izquierdo, pretensiositas ellas, muy arturo calle bogotanas ellas, que compré en una butic en el hermano país por pretensioso, por arribero, por imbécil para resumir, y dos blancas, venezolanazas, de esas "de vestir" que anuncian en la tele desde hace décadas; dos pantalones también "de vestir" (¿porqué le diran de vestir a ese tipo de pantalones si igualito con un guayuco uno se viste y no le dicen así?), medio grises ellos, medio viejitos también (anotación al margen: dejar la pichirreza y comprarme ropa decente, que mira tú lo que seguirán murmurando en las aduanas de los aeropuertos, aunque tampoco es que los zarrapastrosos). Seis interiores y seis pares de medias negras, porque usté sabe que leí en una revista de esas domingueras que vienen junto con el periódico de ese día, que un hombre elegante no debe ponerse medias de vestir (otra vez el adejetivo) blancas, porque lo raya aunque sean lisitas y nuevecitas, así que las compro casi todas negras, o muy oscuras, que así de paso tampoco se les nota mucho el sucio si se ensucian, como decía mi mamá. Dos franelas que me han regalado en eventos de trabajo, de esos que uno aprovecha pa' salir un rato de la ciudad y a los que uno no le dedica mucha atención que digamos. Dos botellas de cerveza, llenas, cada una de una marca distinta, que me hacen falta para mi colección de botellas de cervezas, que sí, que las colecciono desde hace tiempo y ya tengo orgulloso como ochenta botellas de cerveza llenas que adornan frondosas un mueble inmenso en la sala, y que muchos de los panas me critican el no habérmelas tomado, que ya la mayoría deben estar dañadas, pero igualito a mí me gustan así, sin destapar, que mire que tampoco es que la gente piense que hice la colección recogiendo botellas en basureros, como aquella fiebre que les dió a algunos hace unos años por coleccionar latas, de lo último, sí. Y una botella de vino, de la rioja española, que me compré para tomar una copita en las noches pero sin darme cuenta que en el bendito apartamento no había sacacorchos ni nada que se le pareciera, y que por olvido no compré en toda la semana, así que me la traje esperando que no se rompiera en el camino.

Me termino un desayuno terrible que debo recordar no repetir jamás: tres cajitas de cereal compradas apresuradamente en un colmado con un tetrapak de leche de una marca desconocida. El cereal podría haber estado bien sino hubiese sido por la sensación de que tenía más de un año esperando que alguien se lo llevara de la bodega esa (anotación al margen: revisar la fecha de vencimiento de los cereales también, y más si son comprados en un colmado de santo domingo casi a medianoche).

Ya pasaron las cuatro y media de la mañana, mi vuelo sale a las siete de la mañana, tengo que dejar de escribir divagaciones inútiles y llamar al taxi.

Espero que no me pregunten pendejadas en la aduana.

Amanecerá y veremos.

Comentarios

Yde dijo…
me ha gustado un monton tú forma informal de decir las cosas... es interesante lo de la colección de cervenzas es un muy buen punto el hecho de dejarla llena... Espero q hayas disfrutado tu estancia en rd y que para la proxima no olvides el sacacorchos y mirarle la fecha a los cereales... jeje...
Saludos.

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