Ir al contenido principal

Otro domingo santo

Ya está anocheciendo sobre este sábado caraqueño, caluroso, húmedo, tranquilo. Leo mis correos (completar con 'electrónicos' ya es, a mi entender, redundante) y uno de ellos me recuerda que debo viajar mañana a Santo Domingo, la irregular capital de la República Dominicana. Ya le estoy agarrando cariño a esa pequeña tierra, sobretodo por su gente, siempre queriendo servir lo mejor posible, aunque a veces sin saber cómo hacerlo. El correo me dice que ya tengo el boleto pagado, me da cuenta del código localizador y de la condición de ticket electrónico con que lo han comprado. Esto de los boletos electrónicos ha sido un gran invento, pues más de una vez he estado a punto de perder un boleto impreso, lo que hubiese significado perder el vuelo, pues en eso son muy estrictas las aerolíneas. Ahora con los boletos electrónicos lo único que tengo que llevar al aeropuerto es mi pasaporte y equipaje, el primero lo muestro en el 'counter' de la aerolínea y en unos minutos 'voilá', ya tengo asiento (generalmente al lado de una ventana).

Mañana entonces estaré en la isla Hispaniola de nuevo. Si todo transcurre normalmente, estaré en el apartamento al que llego allá como a las cuatro de la tarde, y una hora despues de desempazar estaré pensando si ir o no al centro comercial más cercano para ver alguna película en el cine, sin importar cuál sea, sólo para no pasar la noche viendo televisión o trabajando en la portátil.

Amanecerá y veremos.

Tags: , , , , , , , ,

Comentarios

Maryorie Nin dijo…
puedes entrar a mi blog para que te enteres qué hay para esta semana en el cine, o también visitar www.cine.com.do... saludos!
Anónimo dijo…
Gracia por tu visita. Y disfruta mucho tu viaje. Saludos al paisito!

:)
Anónimo dijo…
Realmente la cuestión es de un práctico, antes siempre había un rollo con el mensjero haciendo múltiples vijes a la agencia de viajes, ahora, un sencillo correo electrónico que puedo imprimir para caragr en la mano como referencia. Buen viaje.

Entradas más populares de este blog

Guía rápida para pasar como un experto en vinos

Hace poco leí un artículo con este título en un diario gringo en línea y pensé que podría escribirle a mis panas locales una guía similar, tomando ideas de ese texto, intentando no copiar descaradamente, y adaptando un poco el tema a nuestro mercado, aunque quizás funcione también para otros países vecinos. Acá van entonces algunos consejos para que cualquiera de Ustedes pueda parecer y sonar como todo un experto en vinos, claro que es importante ponerlos en práctica cuando uno se encuentre en compañía de colegas, amistades o familiares, que eso de tratar de convencerse a uno mismo no parece ser muy útil. Compra vinos –o recomienda comprarlos– en bodegones o supermercados de alto nivel. Justifica los precios mayores con aquello de que en esos sitios las botellas tienen mayor rotación, pues la gente de dinero toma más vino que güisqui dieciocho años. Llama siempre cepas a las uvas. Es exactamente lo mismo, pero te hace parecer un conocedor.

Fast track: SDQ-SJU-SDQ

Vuelo de nuevo ida por vuelta a San Juan desde Santo Domingo. ¡Que santas suenan estas ciudades! Santo, Santo, Santo es el Señor. El Domingo regresé casi a medianoche a Santo Domingo sin mucho problema, sólo lamentando no haber tenido tiempo de comprar un juego de copas Riedel que bastante falta me hacen, pues las copas de cristal para vino tienen la mala costumbre de quebrarse con frecuencia. Una copa Riedel cuesta en Caracas aproximadamente $30,00 (treinta dólares americanos), una sola copa, repito. En cambio en nuestro hermano norteño, tan denigradito él por estos días, un juego de cuatro copas de la misma marca y sabor cuesta unos cuarenta pedruscos similares ($40,00). Cuatro copas completicas con base y todo. ¿Las ventajas del mercado de oferta y demanda? Igual creo que la semana que viene me toca otro vuelo fugaz y contaré con más dinero, quizás entonces pueda darme el pequeño lujo.