Ir al contenido principal

Admiral

Como no se conseguían pasajes a Puerto Rico, por aquello del festivo que es hoy, nos asignaron pasajes en Business Class. Con este pasaje tenemos acceso al Admirals Club, donde me encuentro en este momento, un salón reservado para viajeros que, o bien tienen rangos altos en sus membresías de American Advantage (el plan de millas de American Airlines), o pagan el "One Day Pass" que cuesta como $45 dólares americanos, o viajan en clase ejecutiva como es mi caso hoy.

Es bastante cómodo el saloncito este, espacioso, callado, tranquilo, con buena provisión de bebidas y unos cachitos de jamón y otras miniaturas que dejan que desear en el aspecto culinario pero que ni modo, imagino que la rentabilidad de AA en este aeropuerto no da para sanguchitos o algo mejor. También los muebles podrían ser más cómodos, pero no están mal después de todo.

Lo mejor: conexión banda ancha inalámbrica provista por el servicio ABA de CANTV. No es muy rápida que digamos, y tomó varios minutos para coger la conexión, pero finalmente me permitió seguir trabajando cómodamente conectado a la VPN de la oficina. Al menos sirve para no andar buscando una conexioncita por todo el aeropuerto internacional, que ya como que las quitaron todas.

Algún día cercano todos los aeropuertos del país tendrán conexión inalámbrica, gratuita, banda ancha y rápida, a Internet.

Amanecera y veremos.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Guía rápida para pasar como un experto en vinos

Hace poco leí un artículo con este título en un diario gringo en línea y pensé que podría escribirle a mis panas locales una guía similar, tomando ideas de ese texto, intentando no copiar descaradamente, y adaptando un poco el tema a nuestro mercado, aunque quizás funcione también para otros países vecinos. Acá van entonces algunos consejos para que cualquiera de Ustedes pueda parecer y sonar como todo un experto en vinos, claro que es importante ponerlos en práctica cuando uno se encuentre en compañía de colegas, amistades o familiares, que eso de tratar de convencerse a uno mismo no parece ser muy útil. Compra vinos –o recomienda comprarlos– en bodegones o supermercados de alto nivel. Justifica los precios mayores con aquello de que en esos sitios las botellas tienen mayor rotación, pues la gente de dinero toma más vino que güisqui dieciocho años. Llama siempre cepas a las uvas. Es exactamente lo mismo, pero te hace parecer un conocedor.

Fast track: SDQ-SJU-SDQ

Vuelo de nuevo ida por vuelta a San Juan desde Santo Domingo. ¡Que santas suenan estas ciudades! Santo, Santo, Santo es el Señor. El Domingo regresé casi a medianoche a Santo Domingo sin mucho problema, sólo lamentando no haber tenido tiempo de comprar un juego de copas Riedel que bastante falta me hacen, pues las copas de cristal para vino tienen la mala costumbre de quebrarse con frecuencia. Una copa Riedel cuesta en Caracas aproximadamente $30,00 (treinta dólares americanos), una sola copa, repito. En cambio en nuestro hermano norteño, tan denigradito él por estos días, un juego de cuatro copas de la misma marca y sabor cuesta unos cuarenta pedruscos similares ($40,00). Cuatro copas completicas con base y todo. ¿Las ventajas del mercado de oferta y demanda? Igual creo que la semana que viene me toca otro vuelo fugaz y contaré con más dinero, quizás entonces pueda darme el pequeño lujo.