Ir al contenido principal

Western

El hotel del aeropuerto fue lo único que conseguimos con habitaciones disponibles, afortunadamente el aeropuerto internacional "Luis Muñoz Marín" queda muy cerca de la ciudad, de hecho yo diría que queda dentro de la ciudad. El hotel es bastante correcto, además que da acceso gratuito a Internet vía Wi-fi en todos los pisos; ya con eso me ganó.

Compré la fuente de poder megatrónica que me hace falta para terminar de armar mi superclon actualizadísimo. Aproveché y compré un par de detalles más, como un reproductor de dividís, de esos que leen todos los formatos, fotos, música, la mano, las cartas del tarot y la mente si uno se descuida.

En una tienda de video del centro comercial Plaza Las Américas conseguí un stand de películas a cinco dólares. Ahora mismo estoy viendo cómo Harrison Ford persigue replicantes (la escultural Daryl Hanna entre ellos) por entre una decadente ciudad preñada de edificios futuristas y betustos a la vez: la espectacular Blade Runner, de Ridley Scott.

Dentro de unas horas zarpa el avión que me regresará a Caracas. En unos días navegaré las nubes en otro hacia Santo Domingo. Luego regresaré a los dos días. En otro momento saldré de nuevo, regresaré, partiré again con regreso incluido, y seguiré partiendo y volviendo y zarpando y regresando y volando y casi aburriéndome por los siglos de los siglos...

Amanecerá y veremos, y si es inevitable, volaremos.

Comentarios

Verónica dijo…
Vaya! veo que te ha tocado estar de viaje. ¡Suerte y disfruta mucho!

Y es cierto: cualquier lugar que tenga Wi-Fi se gana el corazón de uno.

saludos cordiales.-
Anónimo dijo…
"¿Dónde te sientes mejor, en las Antillas mayores o en Venezuela?", le preguntaron un día a Tecnorrante y sin vacilar éste respondió:

"En el avión".
Anónimo dijo…
que suerte que puedes viajar, algunos no tenemos esa suerte, saca muchas fotos un besote
Yde dijo…
otra vez por aqui, espero q disfrutes...

Entradas más populares de este blog

Guía rápida para pasar como un experto en vinos

Hace poco leí un artículo con este título en un diario gringo en línea y pensé que podría escribirle a mis panas locales una guía similar, tomando ideas de ese texto, intentando no copiar descaradamente, y adaptando un poco el tema a nuestro mercado, aunque quizás funcione también para otros países vecinos. Acá van entonces algunos consejos para que cualquiera de Ustedes pueda parecer y sonar como todo un experto en vinos, claro que es importante ponerlos en práctica cuando uno se encuentre en compañía de colegas, amistades o familiares, que eso de tratar de convencerse a uno mismo no parece ser muy útil. Compra vinos –o recomienda comprarlos– en bodegones o supermercados de alto nivel. Justifica los precios mayores con aquello de que en esos sitios las botellas tienen mayor rotación, pues la gente de dinero toma más vino que güisqui dieciocho años. Llama siempre cepas a las uvas. Es exactamente lo mismo, pero te hace parecer un conocedor.

Fast track: SDQ-SJU-SDQ

Vuelo de nuevo ida por vuelta a San Juan desde Santo Domingo. ¡Que santas suenan estas ciudades! Santo, Santo, Santo es el Señor. El Domingo regresé casi a medianoche a Santo Domingo sin mucho problema, sólo lamentando no haber tenido tiempo de comprar un juego de copas Riedel que bastante falta me hacen, pues las copas de cristal para vino tienen la mala costumbre de quebrarse con frecuencia. Una copa Riedel cuesta en Caracas aproximadamente $30,00 (treinta dólares americanos), una sola copa, repito. En cambio en nuestro hermano norteño, tan denigradito él por estos días, un juego de cuatro copas de la misma marca y sabor cuesta unos cuarenta pedruscos similares ($40,00). Cuatro copas completicas con base y todo. ¿Las ventajas del mercado de oferta y demanda? Igual creo que la semana que viene me toca otro vuelo fugaz y contaré con más dinero, quizás entonces pueda darme el pequeño lujo.