Transcribo un texto demasiado bueno:
Lo lamentable son las verdades que encierra ese ejercicio de ironía.
Ni modo.
Esta joya la he conseguido en la Frikipedia, una especie de Wikipedia que leí mencionada por Jorge Letralia ayer.El libro es un objeto tremendamente útil, como bien es sabido entre los españoles, ya que puede servir como posavasos, pisapapeles, artículo de decoración de estanterías, e incluso permite nivelar un mueble en el caso de poseer una pata coja. Curiosamente, hay libros cuyas funciones ya están predefinidas con antelación. Así pues, podríamos decir que La Biblia cumple perfectamente como objeto de decoración, o preferiblemente, como nivelador de muebles u otros complementos (se desconocen los motivos, pero siempre es el libro que mejor encaja).
Existen rumores acerca de que los libros se utilizan en otros países para contener información impresa que posteriormente puede ser utilizada para muchos fines, pero todavía no se ha podido confirmar la veracidad de dichas noticias, más que nada porque ningún habitante de nuestro querido país se ha dignado a abrir ninguno. De hecho, las escasísimas (y desafortunadas) personas que ratifican y apoyan estos bulos, enseguida son calificadas como herejes, siendo perseguidas por bandas callejeras (el Fahrenheit 666 o el Book-Burnt-Clan son unas de las más temidas) hasta ser, finalmente, quemadas en la hoguera o cruelmente lapidadas. El autor de este escrito (uséase, el menda) opina que estos castigos son terriblemente blandos, ya que sabiendo de la existencia de programas culturales de calidad tan elevada como Gran Hermano, Operación Triunfo o Aquí Hay Tomate, el buscar refugio en fuentes de información tan burdas y pueriles como aquéllas resulta ser la más cruel blasfemia que puede llegar a ser concebida por la mente humana (y delfinense).
Lo lamentable son las verdades que encierra ese ejercicio de ironía.
Ni modo.
Comentarios