No creo ser el primero en pensar que lo que Carlos Argentino Daneri le dió aquella tarde fue efectivamente coñac, pero mezclado con algún ligero alucinógeno. ¿Como sino la repentina paranoia acusatoria de asesinato? ¿Como sino la visión intempestiva del punto de todos los puntos? Debió haber sido además, una sustancia que produjera, por acción secundaria, cierta ceguera temporal que pudo haber conseguido en su organismo una mala reacción tornándose con el pasar del tiempo en un grave e irreversible mal.
Yo, si tuviese la forma o el poder, exigiese ahora mismo una exhumación con investigación hasta las últimas consecuencias.
Yo, si tuviese la forma o el poder, exigiese ahora mismo una exhumación con investigación hasta las últimas consecuencias.
Comentarios
.Guy "Juntacadáveres" Monod
Saludos