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Entre libertades

Business or not business?



En una oportunidad anterior escribí acerca de la filosofía del Software Libre, haciendo énfasis en el hecho que la misma no estaba pensada en términos de negocio. Agrego ahora que el hecho que no fuese pensada en términos de negocio (intercambio comercial, precio, ganacias, etc.) no significa que no pueda haber negocio en lo absoluto.



Existen muchas necesidades que cubrir alrededor del software libre, como bien se comentó en una respuesta al post anterior. Soporte a posibles fallas (sí, el software libre también tiene fallas), mantenimiento en los casos de bases de datos, sistemas operativos y otros, adiestramiento tanto a los administradores de las aplicaciones como a los usuarios finales, documentación adaptada a las organizaciones que lo adopten, y muchos otros etcéteras. Incluso es posible (herejías aparte) cobrar por las distribuciones de las aplicaciones, como hacen algunas empresas americanas y europeas, agregando importantes extras a la simple aplicación de software, como documentación especializada y traducida, adiestramiento incluido y soporte telefónico entre otros.



Cuestión de gobierno



Varias instituciones públicas han adoptado ya en diversos niveles soluciones de Software Libre. En este sentido aún pienso que existe un gran peligro en que estén asumiendo proyectos de desarrollos de aplicaciones grandes y complejas, como sistemas ERPs, sin coordinación ni visión integral de lo que pueden llegar a representar. El apuro por adoptar la política impuesta, con todo y lo bueno de la idea, puede estar creando puntos de riesgo importantes a mediano y largo plazo. No está mal la idea de reemplazar a una gran aplicación ERP "propietaria" por una hecha bajo el esquema "libre". Está mal cuando se hace sin planificación, sin previsión de posibles desastres o fallas graves, sin visión de los procesos integrados de cada área del negocio, sin la asesoría del "cliente funcional", sin una metodología estricta de desarrollo, pruebas, pilotos y soporte, sin una gerencia de proyectos también estricta y adecuada.



Como alguien dijo alguna vez: las buenas decisiones, sin una buena ejecución, terminan quedando como buenas intenciones.

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