La 64

La siguiente computadora con que tuve el honor de compartir fue la Commodore Vic-20 y su hermana la gran (y todavía venerada) C-64 (en la foto).



Igual que la ZX Spectrum, ésta no traía monitor, sino que se conectaba con el televisor a colores de la casa con un aparatico que ya era tan popular (por aquello de las cónsolas Atari, Intellivision, ColecoVision, Odisey y otros) que lo vendían hasta en las ferreterías, y al encender ya uno tenía un "prompt" para comenzar a programar en el lenguaje Basic que traía en su ROM.



La que más usé realmente fue la Vic-20, cuyo dueño (con un apodo que haría sonreir a Shazam) tenía incluso la casetera de la misma casa, que permitía el avance de poder grabar los programas en cassettes de 30 minutos. Claro que debía uno tener un cuaderno de notas donde anotar el inicio y fin del contador de avance de la cinta, para poder saber dónde comenzaba y terminaba el programa que uno había grabado. Típico el sonido chirrioso tipo módem (alguien debe recordar los módem) mientras se estaba guardando.



Uno de los avances mayores que recuerdo en estas Commodore era el poder programar "sprites" que era un objeto gráfico de 64x64 píxeles, que luego con comandos de Basic uno podía mover por la pantalla flotando incluso por sobre el texto. Se podía incluso programar eventos que ocurrían cuando un "sprite" chocaba con otro, o sea que se podían hacer algunos juegos más interesantes que los que se podían en la Spectrum.



Era algo gorda, sí, pero tenía 64K de memoria, un procesador mucho más rápido y un controlador de sonido de tres voces!!!



Buenos tiempos aquellos.