Ir al contenido principal

Nos invaden!

Hablando del Atari, varios juegos me mantenían pegao' a la silla o piso o lo que hubiera cerca del tele. Space Invaders era uno. El video de abajo lo produjo Guillaume Reymond, un artista gráfico radicado en Suiza. Demasiado bueno (hasta que lo tumben de Youtube por derechos de autor, claro).








Y si uno quiere jugar otro clon full creativo de este mata-marcianos, está el Notepad Invaders, de Rob Manuel.








Vía No puedo creer que lo hayan inventado.

Comentarios

Anónimo dijo…
Buenisimo. Nosotros hablamos en nuestro blog sobre el "Pong" hecho por el mismo autor. Ambos son impresionantes!
http://www.electrogadgets.com.ve/blog/pong/

[Tecnorrante] Demasiado buena la idea. Ví el pong también y está igual de bueno. Revisaré con más frecuencia Electrogadgets. Saludos!
Verónica dijo…
A pesar de que mi Atari dejó de funcionar hace muchos años, yo sigo deleitándome con los juegos de antaño a través de los emuladores.
Y si de video juegos se trata, yo soy fanática de la saga GTA.

Nos leemos.

Saludos cordiales.

[Tecnorrante] Vero, yo sé que algún día conseguiré o me regalarán un Atari 2600 con varios juegos pa' matar fiebre los fines de semana. Los GTA son muy buenos, no todo el tiempo puede uno manejar sin preocupaciones atropellando prostis y haciéndole "favorcitos" a los panas del barrio.

Aparte, eso de "saludos cordiales" está como muy formal. Con un "chaíto puéh" me conformo. Abrazo!
Anónimo dijo…
Piquito barría el piso con nuestros records en Space Invaders.

[Tecnorrante] No lo dudo! Es preferible que las mujeres no se aficionen a los videojuegos, porque demuestran rápido ser mejores que nosotros, y nos quitarían así uno de los últimos reductos del chauvinismo macholino. Las hermanitas Polgar ya nos quitaron el gusto por el Ajedrez. Cuidemos los control-pads con la vida.
Celeste dijo…
:( soy una niña vieja que tuvo una infancia de perinolas, trompos, metras, juegos inventados, carritos de madera con ruedas de tapas de filtros de aceite... Lo más moderno que vi de chama fue... no lo recuerdo. (Chacha e' pueblo caraj!)

Influirá el hecho de que las mujeres tenemos cierta pared cerebral frente a la tecnología que a veces nos da flojera saltar?

No lo sé... pero te confieso que aún estoy tratando de averiguar para qué sirven más de la mitad de los botones del control remoto de mi DVD... y para qué más sirve mi celular aparte de hacer y recibir llamadas y sms.

Me encanta este espacio, es todo un reto para mí!

Saludos celestes.

[Tecnorrante] Yo llegué a dominar bastante bien el profundo arte de la "hueca" con metras chinas y una que otra burriola, Celeste. En trompo me defendía, pero perdí varios con los mañosos de la cuadra. La perinola y gurrufío se ma daban bien, igual que a mis hermanos, así como el loco escondío, el truco, agiley, carga la burra y el treinta y uno. Hasta que me compraron la primera revista de computación y el Atari, eso fué mi perdición, creo.

Entradas más populares de este blog

Guía rápida para pasar como un experto en vinos

Hace poco leí un artículo con este título en un diario gringo en línea y pensé que podría escribirle a mis panas locales una guía similar, tomando ideas de ese texto, intentando no copiar descaradamente, y adaptando un poco el tema a nuestro mercado, aunque quizás funcione también para otros países vecinos. Acá van entonces algunos consejos para que cualquiera de Ustedes pueda parecer y sonar como todo un experto en vinos, claro que es importante ponerlos en práctica cuando uno se encuentre en compañía de colegas, amistades o familiares, que eso de tratar de convencerse a uno mismo no parece ser muy útil. Compra vinos –o recomienda comprarlos– en bodegones o supermercados de alto nivel. Justifica los precios mayores con aquello de que en esos sitios las botellas tienen mayor rotación, pues la gente de dinero toma más vino que güisqui dieciocho años. Llama siempre cepas a las uvas. Es exactamente lo mismo, pero te hace parecer un conocedor.

Fast track: SDQ-SJU-SDQ

Vuelo de nuevo ida por vuelta a San Juan desde Santo Domingo. ¡Que santas suenan estas ciudades! Santo, Santo, Santo es el Señor. El Domingo regresé casi a medianoche a Santo Domingo sin mucho problema, sólo lamentando no haber tenido tiempo de comprar un juego de copas Riedel que bastante falta me hacen, pues las copas de cristal para vino tienen la mala costumbre de quebrarse con frecuencia. Una copa Riedel cuesta en Caracas aproximadamente $30,00 (treinta dólares americanos), una sola copa, repito. En cambio en nuestro hermano norteño, tan denigradito él por estos días, un juego de cuatro copas de la misma marca y sabor cuesta unos cuarenta pedruscos similares ($40,00). Cuatro copas completicas con base y todo. ¿Las ventajas del mercado de oferta y demanda? Igual creo que la semana que viene me toca otro vuelo fugaz y contaré con más dinero, quizás entonces pueda darme el pequeño lujo.