Ir al contenido principal

Hoy

El metro de Madrid cambió el mapa. Y me provocó ir a Madrid a pasear en el Metro.

El Papa cumple 80 años. Y me provocó ir a Roma a conocer algún restaurant de pastas.

Le entraron a tiros a un gentío en una universidad en Virginia. Y me provocó alejarme un pelo de Atlanta.

Ah, y me confirmaron que el pasaporte no me va a salir a tiempo. Y me provocó echarme en la cama a ver televisión.




Amanecerá y veremos.







Que vaina.




De Entre aviones...


Comentarios

Anónimo dijo…
oh oh, todo estaba bien, menos lo del pasaporte, cuando amanezca nos cuentas lo que veas ...
JhoJho dijo…
Que vaina! Todo lo que puede pasar en un mismo dia...
Verónica dijo…
¿Estás en Madrid?
¡Wow!
Tus viajes nunca dejan de sorprenderme.
Anónimo dijo…
ja,ja,ja me dió un poquito de risa el comentario anterior al mío,ja,ja..voy a ver si la gallina puso..

Entradas más populares de este blog

Guía rápida para pasar como un experto en vinos

Hace poco leí un artículo con este título en un diario gringo en línea y pensé que podría escribirle a mis panas locales una guía similar, tomando ideas de ese texto, intentando no copiar descaradamente, y adaptando un poco el tema a nuestro mercado, aunque quizás funcione también para otros países vecinos. Acá van entonces algunos consejos para que cualquiera de Ustedes pueda parecer y sonar como todo un experto en vinos, claro que es importante ponerlos en práctica cuando uno se encuentre en compañía de colegas, amistades o familiares, que eso de tratar de convencerse a uno mismo no parece ser muy útil. Compra vinos –o recomienda comprarlos– en bodegones o supermercados de alto nivel. Justifica los precios mayores con aquello de que en esos sitios las botellas tienen mayor rotación, pues la gente de dinero toma más vino que güisqui dieciocho años. Llama siempre cepas a las uvas. Es exactamente lo mismo, pero te hace parecer un conocedor.

Fast track: SDQ-SJU-SDQ

Vuelo de nuevo ida por vuelta a San Juan desde Santo Domingo. ¡Que santas suenan estas ciudades! Santo, Santo, Santo es el Señor. El Domingo regresé casi a medianoche a Santo Domingo sin mucho problema, sólo lamentando no haber tenido tiempo de comprar un juego de copas Riedel que bastante falta me hacen, pues las copas de cristal para vino tienen la mala costumbre de quebrarse con frecuencia. Una copa Riedel cuesta en Caracas aproximadamente $30,00 (treinta dólares americanos), una sola copa, repito. En cambio en nuestro hermano norteño, tan denigradito él por estos días, un juego de cuatro copas de la misma marca y sabor cuesta unos cuarenta pedruscos similares ($40,00). Cuatro copas completicas con base y todo. ¿Las ventajas del mercado de oferta y demanda? Igual creo que la semana que viene me toca otro vuelo fugaz y contaré con más dinero, quizás entonces pueda darme el pequeño lujo.