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Cien años de soledad

Hace varias semanas, el Compadre tuvo la suerte de tener que asistir a un evento en Cartagena de Indias, coincidiendo su actividad de trabajo con las festividades literarias que se dieron en esa hermosa costa colombiana, una de ellas la celebración de sus 80 años de edad y los 40 años de haber publicado "Cien años de soledad". De esta novela hicieron una edición especial cuyos primeros números comenzaron a vender en los lugares de celebración. Por uno de esos lugares pasó mi Compadre, y haciendo la fila respectiva, espero lo que fue necesario para agenciarse un par de ejemplares que luego, al llegar a Caracas, tuvo a bien obsequiarme por las fechas de mi cumpleaños.

Aparte de las obras de Keith Luger, Silver Kane, Marcial LaFuente Estefanía, y Rómulo Gallegos (especialmente "Cantaclaro" y "Doña Bárbara"), ésta novela de García Márquez contribuyó enormemente al casi insano gusto que tengo por la literatura hispanoamericana. Esta es la tercera edición que tengo (aunque la primera la dejé en Barinas, en casa de mis padres) y de una vez me entraron ganas de leer esta intrincada historia por sexta o séptima vez, en realidad no llevo la cuenta de las veces que la he leído.

Todavía no la comienzo a leer, pero seguro que cuando lo haga la devoro en un par de días. Estoy seguro que, como afirma Biscuter, aprenderé nuevas cosas en cada lectura, bien sea de un personaje que pensaba conocer (recuerdo haber sufrido uno de mis primeros enamoramientos preadolescentes con Remedios la Bella), o de algún pasaje que pensé haber descifrado completamente. Es lo mágico de las grandes obras.

Gracias, Compadre. Ya la leeré de nuevo.

Amanecerá y veremos, y de seguro, a Macondo iremos.

Comentarios

Anónimo dijo…
Nada como la tarde en que Aureliano conoció el hielo. Sensación de felicidad pura.
Tecnorrante dijo…
Muy bueno, sí. Aunque mas que felicidad yo diría que sorpresa ante un mundo nuevo.

Gracias por la visita!

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