En Madrid nos quedamos en un hotelito, de esos que llaman "Hostales". Era limpio, tenía ducha dentro de la habitación (literalmente) y una ventana mediana que daba al norte de la Gran Vía. Desde allí se veían los techos de las casas y edificios pequeños de esa zona. Por estar en plena Gran Vía se nos hacía muy cómodo ir y venir a cualquier lugar.
No dudaría en quedarme de nuevo allí si vuelvo a visitar esa impresionante ciudad.
No dudaría en quedarme de nuevo allí si vuelvo a visitar esa impresionante ciudad.

Comentarios