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Saliendo del margen

Muchas veces me digo que prefiero estar al margen de los temas políticos que cada día se hacen más constantes en este país, y en especial en esta ciudad. Muchos amigos y conocidos me preguntan qué opino de esto o aquello, pues por lo general trato de razonar mucho cuando asumo una posición, lo que ha producido el efecto lógico de parecer que no me muevo en un extremo ni en otro de las tendencias políticas que se ponen de moda cada tantos años. Algunos etiquetan esta forma de pensar como "independiente", otros más despectivos le encasquetan el mote de "guabinosa", algunos pocos alegan "falta de compromiso". Casi nadie asume que cada persona es distinta y que no todos podemos pensar como el otro quiere que piense. Es igual una lástima y un hecho natural e imposible de cambiar, es naturaleza humana.

Algunos comentarios o respuestas entonces que he razonado de todos estos temas:

1. No, no estoy de acuerdo con la no renovación de la concesión para salir al aire del canal de televisión RCTV. No me gusta en especial el tratamiento medio leguleyo de la terminología que se utiliza, pues al quitar la concesión a una canal de televisión que no está preparado para transmitir por otros medios, y además apropiarse, independiente de que sea de forma legal, de sus equipos de transmisión, están planteando en la realidad un cierre técnico que afecta a miles de trabajadores. Este hecho o combinación de hechos en sí no parece estar ejecutado bajo un esquema ético muy claro que digamos.

2. Sí, es posible que el canal se haya pasado de maraca en su programación o en su posición anti-gobierno. El canal VTV, cuyo dueño el estado, se pasa de maraca en su posición pro-gobierno, y es algo que me parece lo más natural, pues cada empresa asume la postura de su dueño. Este punto trae a colación una infinidad de preguntas de índole ética, política, social y varios otros etcéteras, donde el nivel de subjetividad es tan alto que se haría muy largo de plantear siquiera, aunque se pueden lanzar algunas: ¿las empresas, en especial los medios de comunicación, deben ser reguladas por el estado en todos sus aspectos técnicos y de programación? ¿si es así, quien regula al regulador? Como reza un verso de Borges "¿Que Dios detrás de Dios la trama empieza..."? ¿Quien decide lo que quiere o debe ver el espectador o el público soberano?

Por otro lado me queda una duda mas fuerte: la línea anti-gobierno la imponen los dueños y directivos de la empresa, que deben ser unas diez o veinte personas. Evitando que la empresa siga operando se castiga a unas tres mil personas. ¿Es justo que por veinte personas se castigue a tres mil? ¿Será que no existe un castigo mejor dirigido?, ¿Una alternativa mas inteligente o que impacte a menos gente inocente?

El mensaje que está enviándonos el gobierno es que no tolera voces disidentes, y parece que no les importa. En serio los hacía más inteligentes.

3. Sí, la oposición venezolana es apenas un boceto, un pequeño ejercicio de la que llegaron a tener los movimientos políticos de todo tipo en el pasado reciente. Y es un mal que no parece tener remedio a corto o mediano plazo.

4. Sí, el socialismo parece ser un mejor esquema socio-económico y político que el capitalismo puro (que apenas es un esquema económico). Lo malo es que nuestro país no parece tener una buena reserva de dirigentes preparados para uno ni para el otro. La enorme falla de nuestro sistema educativo de las últimas seis generaciones (o mas) es parte de la causa. Lo chimbo de esta premisa es que si arreglamos el sistema educativo ahora, aún harán falta unas tres generaciones más para que tengamos una clase dirigente con ideas frescas, innovadoras, incluyentes, fáciles de seguir, implementar y controlar.

5. No, no es cierto que estamos mal. Tampoco que estamos frente a una crisis de largo alcance, que nuestros hijos heredarán un país peor al que conseguimos. No creo en cataclismos semejantes, sería sobre-valorar a la generación actual, tanto del gobierno como de la oposición. Y no, no me estoy sobre-valorando ahora, siempre lo he hecho, y aparte de eso estas no son más que reflexiones de taxista, de esos que en una carrera de echan el cuento de cómo resolver los problemas del mundo.

Tampoco creo que soy el que tiene la razón, ni siquiera me importa mucho tenerla, al menos en lo que se refiere a estos temas.

Sí me gustaría saber, de antemano, quién tiene la razón.

Amanecerá y veremos.




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