Cómo hablar con un fantasma

El primer paso, y el más difícil de lograr en el interesante proceso de conversar con un fantasma, es conseguir uno. Para conseguir un fantasma pueden aplicarse varias técnicas y algunas estrategias, que pueden conseguirse a su vez en el capítulo de este libro que he llamado "Cómo conseguir un fantasma".

Asumiendo que Ud. ya consiguió un fantasma, el segundo paso es escoger el tema de conversación. Los fantasmas, por lo general, son entes un poco volátiles, incluso en su carácter. Algunos de ellos piensan que aún están vivos, éstos son con los que resulta más fácil conversar, así que una táctica sencilla para saber si se ha encontrado Ud. con uno de éstos es preguntarle la hora, si el fantasma se mira la muñeca buscando un inexistente reloj, puede estar seguro que ha dado con uno de los despistados, o uno que acaba de convertirse en fantasma y el shock lo tiene medio aturdido.

Volviendo al punto del tema de conversación, es importante no subestimar a los fantasmas. El ser humano promedio (vivo, me refiero) posee un nivel intelectual de medio a bajo, sobretodo si ha estudiado. Los fantasmas, desde el momento en que se convierten en uno, aumentan su capacidad mental al doble o triple, efecto que se produce en consecuencia lógica del desprendimiento del cuerpo físico, incluyendo la incapacidad de verse en un espejo, que se ha demostrado ser una de las principales causas de nuestra limitación mental.

Por lo tanto recomendamos que se escojan temas de conversación conocidos al entrar en contacto inicial con un fantasma. Si no se le ocurre nada para romper el hielo, llévese al encuentro unos libros y lea algunos relatos cortos o fragmentos de novelas; Augusto Monterroso, Emilio Salgari, Eduardo Galeano y (paradójicamente) H.P. Lovecraft son algunos autores que entretienen a los fantasmas. No lea poemas, la poesía aleja a los fantasmas.

Debe evitarse incluir en esta primera conversación un gran número de preguntas, aléjese de las preguntas obvias (¿Existe el cielo? ¿Usted es un fantasma? ¿Su papá mató tigre?), las estúpidas (¿Qué se siente morir? ¿Puede ver a través de la ropa?) y las demasiado importantes (¿Está muerto Elvis? ¿Donde está el hijo de Lindbergh?) pues estas últimas podrían hacer huir al fantasma y poner sobreaviso a los otros fantasmas, a Ud. lo pondrían en la lista blanca de los fantasmas y nunca más podrá ver a uno, hasta que Ud. mismo llegue a serlo.









Foto "Ghosts of Soho" del Flickr de Thomas Hawk

Comentarios

Patty dijo…
Tenes una bonita colección de fotos. :) Con más tiempo devoraré lo que escribes, así que no voy a mordisquear los post. Grax por la visita.