Ir al contenido principal

Nostalgia

Sólo he "atravesado el charco" el charco un par de veces, pero en aquellas ocasiones sólo pude estar un par de semanas cuando mucho en unas ciudades que merecen ser caminadas por meses enteros, sino años. Visitar de nuevo esas mismas ciudades imagino que sería como leer de nuevo El Quijote, Doña Bárbara, Cien Años de Soledad, o cualquiera de los libros que uno considera como "favoritos" y que se han releído varias veces y en cada lectura se le descubren nuevos relatos, nuevos mensajes, se aprende a querer u odiar otro personaje al que no se le había prestado mucha atención. Así Madrid, Barcelona y París me mostraron solamente una ñinguita de su historia, de su urbe, de su gente, de sus espacios, de sus dones y de sus carencias.

Es cierto que aún me falta por recorrer mi país, que no conozco Mérida, el Páramo, San Fernando de Apure o Guasdualito, son deudas que ya pagaré. Entiendo a Cuchi cuando me dice "pretencioso" por querer hablar horas y horas acerca de aquellos lejanos parajes (con una copa de un buen vino en la mano, claro), que ella conoció bien hace algunos años y yo apenas recorrí unos días. Pero igual, las ganas de volverlas a caminar no se me quitan. Tengo que armar viaje pa'llá, me quedaron muchas fotos (y vinos) por tomar.

Amanecerá y veremos.

Puerta de Alcalá

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Guía rápida para pasar como un experto en vinos

Hace poco leí un artículo con este título en un diario gringo en línea y pensé que podría escribirle a mis panas locales una guía similar, tomando ideas de ese texto, intentando no copiar descaradamente, y adaptando un poco el tema a nuestro mercado, aunque quizás funcione también para otros países vecinos. Acá van entonces algunos consejos para que cualquiera de Ustedes pueda parecer y sonar como todo un experto en vinos, claro que es importante ponerlos en práctica cuando uno se encuentre en compañía de colegas, amistades o familiares, que eso de tratar de convencerse a uno mismo no parece ser muy útil. Compra vinos –o recomienda comprarlos– en bodegones o supermercados de alto nivel. Justifica los precios mayores con aquello de que en esos sitios las botellas tienen mayor rotación, pues la gente de dinero toma más vino que güisqui dieciocho años. Llama siempre cepas a las uvas. Es exactamente lo mismo, pero te hace parecer un conocedor.

Fast track: SDQ-SJU-SDQ

Vuelo de nuevo ida por vuelta a San Juan desde Santo Domingo. ¡Que santas suenan estas ciudades! Santo, Santo, Santo es el Señor. El Domingo regresé casi a medianoche a Santo Domingo sin mucho problema, sólo lamentando no haber tenido tiempo de comprar un juego de copas Riedel que bastante falta me hacen, pues las copas de cristal para vino tienen la mala costumbre de quebrarse con frecuencia. Una copa Riedel cuesta en Caracas aproximadamente $30,00 (treinta dólares americanos), una sola copa, repito. En cambio en nuestro hermano norteño, tan denigradito él por estos días, un juego de cuatro copas de la misma marca y sabor cuesta unos cuarenta pedruscos similares ($40,00). Cuatro copas completicas con base y todo. ¿Las ventajas del mercado de oferta y demanda? Igual creo que la semana que viene me toca otro vuelo fugaz y contaré con más dinero, quizás entonces pueda darme el pequeño lujo.