Hace calor en Lima, una ciudad que conozco en general gris y fría. Llegué a las nueve de la mañana pues el vuelo salió a las seis, eso significan apenas tres horas de sueño desde la llegada del vuelo de Madrid a Caracas.
Justo hoy que no traje ninguna cámara fotográfica, me toca viajar en ventana, en ejecutiva y pasar por sobre unas montañas con un paisaje de niebla y nubes impresionante. Ni modo.
Amanecerá y veremos.
Justo hoy que no traje ninguna cámara fotográfica, me toca viajar en ventana, en ejecutiva y pasar por sobre unas montañas con un paisaje de niebla y nubes impresionante. Ni modo.
Amanecerá y veremos.
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