Vuelo de nuevo ida por vuelta a San Juan desde Santo Domingo. ¡Que santas suenan estas ciudades! Santo, Santo, Santo es el Señor. El Domingo regresé casi a medianoche a Santo Domingo sin mucho problema, sólo lamentando no haber tenido tiempo de comprar un juego de copas Riedel que bastante falta me hacen, pues las copas de cristal para vino tienen la mala costumbre de quebrarse con frecuencia. Una copa Riedel cuesta en Caracas aproximadamente $30,00 (treinta dólares americanos), una sola copa, repito. En cambio en nuestro hermano norteño, tan denigradito él por estos días, un juego de cuatro copas de la misma marca y sabor cuesta unos cuarenta pedruscos similares ($40,00). Cuatro copas completicas con base y todo. ¿Las ventajas del mercado de oferta y demanda? Igual creo que la semana que viene me toca otro vuelo fugaz y contaré con más dinero, quizás entonces pueda darme el pequeño lujo.
Comentarios
Pasaré con cuidado y calma por tu blog. Por ahora, sólo respondo a la pregunta que hiciste en un comentario en el mío. Leo con frecuencia a Cortázar, Nicanor Parra, José Ángel Buesa, Márgara Russotto, Isabel Allende, Emira Rodríguez y algunas cosas que se me atraviesan. Aún así, creo que mi influencia es totalmente pop. Escribo porque así me lo pide el cuerpo luego de la TV, las revistas de moda, la prensa, la vida diaria y muchísima música del mundo (y esto último es lo más importante)
Gracias por el (buen) comentario y la visita :) Pase cuando guste y sírvase sin pena.