Vuelo de nuevo ida por vuelta a San Juan desde Santo Domingo. ¡Que santas suenan estas ciudades! Santo, Santo, Santo es el Señor. El Domingo regresé casi a medianoche a Santo Domingo sin mucho problema, sólo lamentando no haber tenido tiempo de comprar un juego de copas Riedel que bastante falta me hacen, pues las copas de cristal para vino tienen la mala costumbre de quebrarse con frecuencia. Una copa Riedel cuesta en Caracas aproximadamente $30,00 (treinta dólares americanos), una sola copa, repito. En cambio en nuestro hermano norteño, tan denigradito él por estos días, un juego de cuatro copas de la misma marca y sabor cuesta unos cuarenta pedruscos similares ($40,00). Cuatro copas completicas con base y todo. ¿Las ventajas del mercado de oferta y demanda? Igual creo que la semana que viene me toca otro vuelo fugaz y contaré con más dinero, quizás entonces pueda darme el pequeño lujo.
Comentarios
Saludos amigo,
FM
Saludos.
Oleos, bienvenida por acá. Esta foto la tomé o bien en la autopista a La Guaira, o en las afueras de Petare, cuando uno va hacia la Univ. Metropolitana.
Lo de lo asustada lo entiendo, pero por varias razones no lo comparto. Los barrios no son sino una forma de comunidad humana, donde al igual que las urbanizaciones hay gente de todo tipo, lástima que tantos factores (los medios, el imaginario colectivo, la misma realidad) se hayan encargado tan eficientemente de crear una nube oscura de misterio alrededor de ellos.