Ir al contenido principal

Blackberry Bold


Desde hace un mes ya tengo asignado un Blackberry Bold. No había utilizado estos aparatos antes, y debo decir que me han sorprendido gratamente. Hasta ahora había utilizado móviles tipo PC, pero todos usando el sistema operativo de Microsoft, el Windows Mobile en sus recientes versiones (Motorola Q, Apache, HTC Pro), y siempre la crítica que les he hecho era la misma: están más pensados como mini-computadora que como teléfonos.

El sistema operativo Windows Mobile se comporta con lentitud por regla general. La aplicación que utiliza como consola telefónica es, en el mejor de los casos, deficiente. Solamente el HTC Touch Pro tiene una que otra ventaja con la posibilidad de marcar los números directamente sobre la pantalla, pero no brilla por su facilidad que digamos.

En cambio el sistema operativo del Blackberry parece pensado primero como teléfono y después como computadora. La funcionalidad de marcar números que están en la agenda de contactos es muy intuitiva, al igual que el uso de la pequeña esfera central.

Claro que tiene sus detalles. El teclado del HTC Touch es mucho más cómodo, aunque igual uno termina acostumbrándose. También la pantalla es mas cómoda, aunque en resolución parece la misma. He tenido problemas de recepción o de conexión de la señal celular, aunque quizás eso se deba más a la operadora (Movistar de Venezuela) que al aparato en sí, no lo he verificado aún.

Pero la funcionalidad que hace que el 'berry' brille es el protocolo que usa para mostrar los emails al momento que llegan al servidor, sea POP, IMAP o webmail. Muy bueno. Claro que hay que contratar un plan de datos, que es la forma legal de llamar al servicio de conexión utilizando el protocolo que permite conectarse a Internet o lo que sea que se le parezca según la operadora.

Los emails llegan al instante, o al menos así lo parece. Me ha pasado que el Microsoft Outlook en mi portátil (una ya algo viejita IBM ThinkPad Z60t) me avisa que ha llegado un email, y casi al mismo tiempo el 'berry' chilla y el led superior cambia a rojo titilante. Y eso pasa tanto con mi cuenta POP3 corporativa, como con la cuenta de Yahoo! y de Gmail. Muy, muy bueno.

Ya me he bajado varios temas que mejoran tanto la apariencia como la legibilidad de lo que muestra en pantalla, así como un par de juegos buenazos.

El GPS que trae interno ayuda bastante, sin ser un Garmin ni de cerca, pero para eso hay que desechar la aplicación de "Mapas" que trae de fábrica e instalar "Google Maps" for Blackberry. Buenazo.

El sistema de 'chat' usando la red de los Blackbery, con su "PIN" que se le asigna de forma única e individual a cada aparato, le permite a uno conectarse en tiempo real con amistades y contactos, conociendo previamente su PIN, a nivel global. En poco tiempo, por supuesto, estaba 'chateando' con una buena amiga que ahora vive en mi adorada Madrid.

Aún no conozco toda la funcionalidad que trae el perolito, ya poco a poco iré descubriendo más.

Amanecerá y veremos.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Guía rápida para pasar como un experto en vinos

Hace poco leí un artículo con este título en un diario gringo en línea y pensé que podría escribirle a mis panas locales una guía similar, tomando ideas de ese texto, intentando no copiar descaradamente, y adaptando un poco el tema a nuestro mercado, aunque quizás funcione también para otros países vecinos. Acá van entonces algunos consejos para que cualquiera de Ustedes pueda parecer y sonar como todo un experto en vinos, claro que es importante ponerlos en práctica cuando uno se encuentre en compañía de colegas, amistades o familiares, que eso de tratar de convencerse a uno mismo no parece ser muy útil. Compra vinos –o recomienda comprarlos– en bodegones o supermercados de alto nivel. Justifica los precios mayores con aquello de que en esos sitios las botellas tienen mayor rotación, pues la gente de dinero toma más vino que güisqui dieciocho años. Llama siempre cepas a las uvas. Es exactamente lo mismo, pero te hace parecer un conocedor.

Fast track: SDQ-SJU-SDQ

Vuelo de nuevo ida por vuelta a San Juan desde Santo Domingo. ¡Que santas suenan estas ciudades! Santo, Santo, Santo es el Señor. El Domingo regresé casi a medianoche a Santo Domingo sin mucho problema, sólo lamentando no haber tenido tiempo de comprar un juego de copas Riedel que bastante falta me hacen, pues las copas de cristal para vino tienen la mala costumbre de quebrarse con frecuencia. Una copa Riedel cuesta en Caracas aproximadamente $30,00 (treinta dólares americanos), una sola copa, repito. En cambio en nuestro hermano norteño, tan denigradito él por estos días, un juego de cuatro copas de la misma marca y sabor cuesta unos cuarenta pedruscos similares ($40,00). Cuatro copas completicas con base y todo. ¿Las ventajas del mercado de oferta y demanda? Igual creo que la semana que viene me toca otro vuelo fugaz y contaré con más dinero, quizás entonces pueda darme el pequeño lujo.