Ir al contenido principal

Doña Bernarda 2004

Luis Felipe Edwards es una bodega chilena conocida por sus vinos de calidad principalmente para exportación y este vino en especial es además conocido por ser su marca premium, al que le dedican las mejores uvas que el equipo del enólogo Nicolás Bizzarri consigue de los viñedos de donde se obtienen y transportan los racimos con el mayor cuidado. El nombre se lo dedican a la esposa de Luis Felipe Edwards M., fundador e imagen de esta bodega y quien ha tratado de lograr posicionar sus vinos por todo el mundo.
La etiqueta de la botella recomienda "abrir la botella al menos 30 minutos antes de servir", lo que entendí que era un indicio de que este caldo debía decantarse antes de probarlo. Pero como en muchas ocasiones es posible obtener una buena experiencia sin decantar, sino solamente agitando bien en copa el vino, intenté esta opción primero a ver qué tal se mostraba.

Serví entonces dos copas directo de la botella recién abierta, una para mi esposa y una para mí. Mala idea. En nariz el vino estaba cerrado, alcoholoso, decepcionante. De todas maneras le comenté a mi esposa que probáramos agitando mucho las copas para intentar abrirlo a fuerza de oxigenación. Pero también tomé la botella y traspasé su caldo a un decantador de base ancha, y esperé por 45 minutos antes de servir la segunda copa.

Servimos por segunda vez ahora del decantador y el resultado, aunque era lo que buscábamos, no dejó de ser sorprendente: una primera nariz llena de aromas terciarios, principalmente chocolate oscuro, café, algo de vainilla y notas ligeras de frutas rojas muy maduras, confitadas. Agitando más se mostraban también especias como pimienta y ciertas notas tostadas o a pan ahumado. El color es de límpido, brillante, de un rojo rubí violeta, pero no completamente oscuro sino con algo de transparencia.

En boca es mejor todavía, mantiene su complejidad aromática y la refuerza en el retrogusto. De buena estructura (aunque hubiese preferido algo má de frutas) muestra también un volumen notorio, carnoso. Los taninos son suaves y bien equilibrados con la acidez, que aunque presente no es molesta. El vino llena toda la boca y muestra buena complejidad, y prepara para un final medio a largo que augura buen resultado si se guardara uno o varios años más.
Lo acompañé (pues no me preparé bien) con trozos de chocolate oscuro de Chocolates El Rey, específicamente la presentación que llaman "Apamate" que contiene un chocolate intenso a 73,5% de cacao, y que acompañó y armonizó perfectamente con esos aromas a chocolate y café que se mantienen tanto en nariz como en boca y que duran un rato luego de probado el líquido.

En conclusión, esta es una botella de un blend premium de Chile que vale la pena probar, y que se puede usar para aromonizar carnes elegantes y suaves, como unas costillas de cordero cocidas, o un cochinillo al mejor estilo español; no la usaría para acompañar alguna parrilla o un solomo de cuerito, pero sí podría cuadrarse bien con tapas complejas pero suaves a base de champiñones o portobellos, o carnes frías.
Altamente recomendable.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Guía rápida para pasar como un experto en vinos

Hace poco leí un artículo con este título en un diario gringo en línea y pensé que podría escribirle a mis panas locales una guía similar, tomando ideas de ese texto, intentando no copiar descaradamente, y adaptando un poco el tema a nuestro mercado, aunque quizás funcione también para otros países vecinos. Acá van entonces algunos consejos para que cualquiera de Ustedes pueda parecer y sonar como todo un experto en vinos, claro que es importante ponerlos en práctica cuando uno se encuentre en compañía de colegas, amistades o familiares, que eso de tratar de convencerse a uno mismo no parece ser muy útil. Compra vinos –o recomienda comprarlos– en bodegones o supermercados de alto nivel. Justifica los precios mayores con aquello de que en esos sitios las botellas tienen mayor rotación, pues la gente de dinero toma más vino que güisqui dieciocho años. Llama siempre cepas a las uvas. Es exactamente lo mismo, pero te hace parecer un conocedor.

Fast track: SDQ-SJU-SDQ

Vuelo de nuevo ida por vuelta a San Juan desde Santo Domingo. ¡Que santas suenan estas ciudades! Santo, Santo, Santo es el Señor. El Domingo regresé casi a medianoche a Santo Domingo sin mucho problema, sólo lamentando no haber tenido tiempo de comprar un juego de copas Riedel que bastante falta me hacen, pues las copas de cristal para vino tienen la mala costumbre de quebrarse con frecuencia. Una copa Riedel cuesta en Caracas aproximadamente $30,00 (treinta dólares americanos), una sola copa, repito. En cambio en nuestro hermano norteño, tan denigradito él por estos días, un juego de cuatro copas de la misma marca y sabor cuesta unos cuarenta pedruscos similares ($40,00). Cuatro copas completicas con base y todo. ¿Las ventajas del mercado de oferta y demanda? Igual creo que la semana que viene me toca otro vuelo fugaz y contaré con más dinero, quizás entonces pueda darme el pequeño lujo.