
Pero el vino se muestra bien desde el inicio: color rojo/violeta oscuro, como era de esperarse, y en primera nariz ya de una vez hace sentir buenas frutas rojas (frambuesa, cereza, mora) y algo de especias una vez que se agita. En boca es mejor todavía: tiene estructura pero además un volumen notorio que un esperaría de un vino más caro, con más pretensiones. De taninos suaves y bien balanceados con la acidez, termina con otra sorpresa: un final medio a largo que también es propio de los "buenos" vinos, de esos que provoca guardarlos más meses o años a ver cómo evolucionan.
Este noble caldo se sigue manteniendo bien en segunda copa, prueba que algunos vinos jóvenes no superan, lo que termina de hablar muy bien de esta botella. Un blend (mezcla) de cepas 70% tempranillo y 30% malbec de los viñedos de Familia Zuccardi, una empresa que se ha empeñado en hacer vinos de alta calidad en Argentina y que, por la cantidad de premios que han ganado hasta la fecha, parecen haber logrado muy bien. Un vino pensado como un producto joven, afrutado, fresco, y que no sólo cumple a cabalidad sino que lo hace superando lo que uno espera.
Una excelente opción que tenemos en el mercado actualmente, importado al país de la mano de Alta Cava, y que puede utilizarse para acompañar tanto una conversa tranquila entre amigos, como también comidas no complicadas como pastas, carne asada (como un lomito a la plancha) o tapas sencillas.
¡Muy recomendable!
Me dice Jesús que @AltaCava ya tiene en el país la cosecha 2010 de este vino. ¿Será que lo encuentro?
Amanecerá y veremos.
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