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Señorío de Unx Crianza 2006

Reconozco que la tempranillo es de mis cepas predilectas en lo que a vinos se refiere. Y cuando viene acompañada de la garnacha española, mejor que mejor. La Denominación de Origen Navarra, por cierto, nos da unas muestras de estas cepas que nunca dejan mal parados a sus viñedos y bodegas.

Leo que Bodegas San Martín nació en el pueblo San Martín de Unx por allá en el año 1914, lo que nos dice mucho de la edad de sus viñedos y seguramente de muchas de las cepas, ya casi centenarias, con una potencia perfecta para ofrecer buenos y grandes caldos sin tanto esfuerzo (en la actualidad, claro, que por bastantes pruebas han de haber pasado en casi cien años).

Al país lo trae Corporación Askar, la que también trae los buenos vinos de Bodegas Luis Alegre y los excelentes vinos Raza Argentina, que tengo algún tiempo queriendo degustar (nota mental para la próxima).

Esta botella de Señorío de Unx Crianza de la añada 2006 está en muy buen momento para consumir, acá mis notas:

  • En copa muestra un color rojo rubí, con tonalidades algo claras en los bordes, pero con un centro oscuro casi violeta, características que ya comienzan a hablar bien de las uvas y su crianza.
  • Lo dejo descansar unos minutos, previendo que su crianza de doce meses en barricas de roble americano, y además su guarda de casi cinco años, pidan algo de oxígeno para mostrar mejor su caracter inicial. Ya en nariz, sin agitar, se sienten aromas de frutas rojas pero maduras, algunas especias que no logro identificar bien, y una nota como mentolada que me parece bastante interesante.
  • Luego de agitar bien, a los aromas anteriores, aún bien presentes, se suman notas ahumadas y quizás algo de vainilla. Conserva una sensación como de frescura, que le hace pensar a uno en una próxima acidez en la boca, aunque a veces sólo queda en sensación, pero sigue siendo también un detalle interesante.
  • Ya en boca la entrada es agradable, se siente bien equilibrado, con buena armonía entre la acidez, la astringencia, que se siente pero no abruma, y un ligero dulzor que dan la sensación de buena estructura. Lo dejo pasar por toda la boca y se siente de cuerpo medio a ligero, lo que podría decir que ya está en su momento, y que no hay que dejarlo guardar por más tiempo. El retrogusto es especiado y fresco, y el final es suave y deja en el interior de los labios buenos taninos aunque no molestos.
  • Al final también mantiene una buena persistencia, con tonos dulzones, muy agradables.
Este vino pide parrilla, especialmente por sus buenos y elegantes taninos, y si en la parrilla van algunas chistorras, mejor que mejor. También está bueno para disfrutarlo solo, y saborear los placeres que nos brinda la tierra española. Yo estoy algo sesgado por mi gusto muy inclinados a los vinos de la península, pero hay que reconocer que esta es una buena muestra de sus vinos, y de que la tempranillo es una uva que está entre las mejores del mundo.

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