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Vocabulario del vino (2)

Continúo aventurándome a describir algunos de los nombres, adjetivos, o terminología en general que se utilizan frecuentemente en la degustación del vino:
  • Astringente: o astringencia, es la sensación de sequedad en la boca, que se siente principalmente en el lado interno de los labios y en el paladar. Esta sensación la producen principalmente los taninos de los vinos tintos, por lo que es casi imposible conseguirla en los vinos blancos y en los espumosos. Entonces cuando uno siente
  • Acidez: La acidez o percepción de acidez en un vino se debe a que realmente contiene varios ácidos (tartárico, málico, cítrico) que provienen o bien de la uva, o se generan en el proceso de vinificación. Es una de las sensaciones que habla más de un vino, pero también es difícil que dos personas la aprecien de la misma manera, pues la producción de saliva de la boca así como su pH es diferente en cada individuo. Generalmente los vinos blancos son más ácidos que los tintos, pero pueden conseguirse tintos con un nivel de acidez bastante elevado también.
  • Barrica: La barrica es el recipiente de madera, también llamado cuba o tonel, o también podría ser un barril, que se utiliza para añejar los vinos que el enólogo, o especialista en vinos, considera que valen la pena por ciertas características que notan en las uvas y luego en el líquido fermentado que producen. Las barricas se fabrican casi en exclusiva de madera de roble, pues este árbol ha demostrado aportar la mayor cantidad de taninos a los caldos que llegan a contener, y ésta es precisamente la principal razón por la que se terminan guardando los vinos en estos recipientes, pues las sustancias que la madera de roble les agregan, les añaden no solamente un conjunto de aromas y sabores más complejos e interesantes, sino que también les dan la capacidad de mantenerse vivos por mucho mas tiempo luego de ser envasados.
  • Lágrima: Las lágrimas o piernas son esas gotas que van resbalando por la copa luego que el vino se agita circularmente para despertar sus aromas, o también luego de haber inclinado la copa bien sea para apreciar su color, o para tomarlo sorbo a sorbo. Esas gotas resbalan a veces muy rápido, otras veces menos y algunas veces lo hacen lentamente. Esto nos indica solamnete el nivel de alcohol que contiene el vino, pues esas gotas contienen principalmente gricerol, uno de los alocoholes del vino, y si bajan rápidamente nos dicen que el caldo contiene pocos grados alcohólicos (12 o menos) y si bajan lentamente nos hablan de un vino de 13, 14 o más grados según esta norma de medición. Las lágrimas y su lentitud o grosor no implican que un vino sea mejor o peor, o que sea joven o añejo, sólo su nivel de alcohol.
  • Untuosidad: Es una sensación que producen algunos vinos en la boca luego de ser probados; una sensación como ligeramente aceitosa, como si hubiésemos pasado algo con matequilla por el paladar y la lengua. No muchos vinos pueden producir esta sensación, pues está más asociada al dulzor o contenido de azúcares, por lo que es más fácil conseguirla en vinos blancos que en rosados o tintos.
  • Varietal: Se le dice así a un vino que es producido con una sola variedad de uva. La legislación de algunas regiones también aceptan como varietales a vinos hechos en su mayoría con una sola uva, por lo que dependiendo de la región podría ser de un mínimo de 75% de una cepa, o de 80% o más. No debe confundirse o llamarse varietales a los vinos jóvenes, o aquellos que no se han añejado en barrica.

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Hace poco leí un artículo con este título en un diario gringo en línea y pensé que podría escribirle a mis panas locales una guía similar, tomando ideas de ese texto, intentando no copiar descaradamente, y adaptando un poco el tema a nuestro mercado, aunque quizás funcione también para otros países vecinos. Acá van entonces algunos consejos para que cualquiera de Ustedes pueda parecer y sonar como todo un experto en vinos, claro que es importante ponerlos en práctica cuando uno se encuentre en compañía de colegas, amistades o familiares, que eso de tratar de convencerse a uno mismo no parece ser muy útil. Compra vinos –o recomienda comprarlos– en bodegones o supermercados de alto nivel. Justifica los precios mayores con aquello de que en esos sitios las botellas tienen mayor rotación, pues la gente de dinero toma más vino que güisqui dieciocho años. Llama siempre cepas a las uvas. Es exactamente lo mismo, pero te hace parecer un conocedor.

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Vuelo de nuevo ida por vuelta a San Juan desde Santo Domingo. ¡Que santas suenan estas ciudades! Santo, Santo, Santo es el Señor. El Domingo regresé casi a medianoche a Santo Domingo sin mucho problema, sólo lamentando no haber tenido tiempo de comprar un juego de copas Riedel que bastante falta me hacen, pues las copas de cristal para vino tienen la mala costumbre de quebrarse con frecuencia. Una copa Riedel cuesta en Caracas aproximadamente $30,00 (treinta dólares americanos), una sola copa, repito. En cambio en nuestro hermano norteño, tan denigradito él por estos días, un juego de cuatro copas de la misma marca y sabor cuesta unos cuarenta pedruscos similares ($40,00). Cuatro copas completicas con base y todo. ¿Las ventajas del mercado de oferta y demanda? Igual creo que la semana que viene me toca otro vuelo fugaz y contaré con más dinero, quizás entonces pueda darme el pequeño lujo.