Camarones al Ajillo con Dedos de Pollo al Comino

Eso fue lo que preparé hace un rato, y debo decir que me quedó de chuparse los dedos y rebañar el plato con un trozo de pan.

En un caldero con aceite sofreí el ajo picado lo más fino que pude, junto con trocitos similares de cebolla, ya que no tenía pimentón verde ni ají. Antes que se doraran le agregué los camarones (de esos que vienen en bolsitas congeladas, ya pelados y lavados y creo que precocidos también, ni modo) y los removí un rato para luego dejarlos cocinarse a fuego lento por cinco minutos.
El pollo lo había preparado antes, solamente aliñado con Sal Mineral, de esa de grano grueso, aunque la rebajé con un pequeño pilón o mortero criollo, y Comino en polvo, que le da un aroma que al menos a mí me parece exquisito.

Hice primero el pollo, y en el mismo caldero cociné los camarones. Lo hice por practicidad y rapidez, pero creo que ayudó mucho a fijar el sabor a los camarones, aunque de esto último no estoy para nada seguro, es sólo una idea que me gusta pensar para excusarme la mala preparación que da el apuro.

Lo cierto es que D., M. y mi persona, disfrutamos el plato como auténticos sibaritas. No tuve tiempo de enfriar ninguna botella de vino, así que acompañamos todo con jugo de pera, que no quedó nada mal tampoco. Ah, y con un arroz recalentado finalmente en el mismo caldero. Rápido, práctico y sabroso.

(Por cierto que la receta no sé si exista, pero me la inventé al vuelo, imagino que extrayendo recuerdos de lecturas previas de alguna que otra receta. Hacía demasiada hambre en el ambiente)

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