
El Navarro Correas me gustó bastante, tiene muy buen cuerpo y un suave bouquet. Me extrañó que los taninos fueran tan suaves, sobretodo pensando que esta casa vinícola describe los "Colección Privada" como vinos que pasan unos dieciocho meses en barricas de roble francés.
Muy bueno en general, altamente recomendable.
Pero puede que no me haya impresionado tanto esa botella por haber pedido primero el malbec del Trapiche Roble Reserva, claramente superior (según mi humilde gusto, al que le falta mucho aún por desarrollar). Los taninos de este reserva, muy consumido acá en Caracas, se imponen desde la primera copa, sin estorbar los sabores frutales que por lo general caracterizan a esta cepa.
Dos buenos exponentes de la vitivinicultura argentina. Aunque con los precios tan parecidos, me sigo quedando con el varietal Trapiche Roble Reserva.
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