Ir al contenido principal

Reporte a los lípidos

Ya estoy terminando el proyecto que desde hace un año, una semana al mes, estoy asesorando en esta Lima hermosa y horrible a la vez, como todas las buenas ciudades.

Preparé el informe final y me reuní con los lípidos para presentarles el documento y mis respetos. Los glúcidos estaban de vacaciones casi todos. Los que no, enviaron sus agradecimientos por el éxito logrado usando el correo electrónico.

Cerré estas dos semanas limeñas con un plato de "pescado al sillao". De entrada no pude evitar pedir unos choritos a la chalaca, me encantan. Fuimos a un pequeño restaurant, cuyo nombre no pude grabarme, en la Javier Prado, justo en una esquina cerca del imponente edificio de la IBM.

Me voy mañana en un avión de TACA. Entré en su website y conseguí hacer un "check-in express", y hasta imprimir mis pases de abordaje. Una gran ventaja de estos tiempos modernos, que me ahorra una media hora de cola en el aeropuerto.

En estas dos semanas, unos minutos al día, casi nunca una hora entera, conseguí terminar la lectura de una novela de Cortázar. Por gracias del muy castellano azar concurrente, leí una referencia al "London" cortazariano que hizo uno de los Biscuter en uno de sus blogs, es London de la esquina de Perú y Avenida en pleno Buenos Aires. Conversé con mi amigo bonaerense con quien compartí durante todo este año acá en Lima, y me confirma que aún existe y que sigue siendo muy frecuentado. Que también conoce un "New London" en la Florida, cerca de aquel.

Esta noche me tomo un Pisco Sour para celebrar la partida. Sólo uno, espero.

Amanecerá y veremos.

Comentarios

Verónica dijo…
¿Y al final fue sólo un Pisco Souer o fueron dos?

Un abrazo.
Tecnorrante dijo…
Me porté bien. Uno solo.

Un abrazo!

Entradas más populares de este blog

Guía rápida para pasar como un experto en vinos

Hace poco leí un artículo con este título en un diario gringo en línea y pensé que podría escribirle a mis panas locales una guía similar, tomando ideas de ese texto, intentando no copiar descaradamente, y adaptando un poco el tema a nuestro mercado, aunque quizás funcione también para otros países vecinos. Acá van entonces algunos consejos para que cualquiera de Ustedes pueda parecer y sonar como todo un experto en vinos, claro que es importante ponerlos en práctica cuando uno se encuentre en compañía de colegas, amistades o familiares, que eso de tratar de convencerse a uno mismo no parece ser muy útil. Compra vinos –o recomienda comprarlos– en bodegones o supermercados de alto nivel. Justifica los precios mayores con aquello de que en esos sitios las botellas tienen mayor rotación, pues la gente de dinero toma más vino que güisqui dieciocho años. Llama siempre cepas a las uvas. Es exactamente lo mismo, pero te hace parecer un conocedor.

Fast track: SDQ-SJU-SDQ

Vuelo de nuevo ida por vuelta a San Juan desde Santo Domingo. ¡Que santas suenan estas ciudades! Santo, Santo, Santo es el Señor. El Domingo regresé casi a medianoche a Santo Domingo sin mucho problema, sólo lamentando no haber tenido tiempo de comprar un juego de copas Riedel que bastante falta me hacen, pues las copas de cristal para vino tienen la mala costumbre de quebrarse con frecuencia. Una copa Riedel cuesta en Caracas aproximadamente $30,00 (treinta dólares americanos), una sola copa, repito. En cambio en nuestro hermano norteño, tan denigradito él por estos días, un juego de cuatro copas de la misma marca y sabor cuesta unos cuarenta pedruscos similares ($40,00). Cuatro copas completicas con base y todo. ¿Las ventajas del mercado de oferta y demanda? Igual creo que la semana que viene me toca otro vuelo fugaz y contaré con más dinero, quizás entonces pueda darme el pequeño lujo.