Un cuento corto de un excelente escritor que me ha gustado mucho. Lo comparto: Una de las pocas personas que saben que aún existo es la señora M., de la tienda de la esquina. Dos veces por semana me trae lo que necesito para vivir, pero no es que se mate por el peso. La veo muy de tarde en tarde, porque tiene una llave del piso y deja la compra en la entrada, es mejor así, de ese modo nos protegemos mutuamente, y mantenemos una relación pacífica, casi diría amistosa.
Según la RAE, figurar es: "Imaginarse, fantasear, suponer algo que no se conoce."