O maníes, que creo que también es válido. En fin, que decidí hace unos días dejar de comerlos. Hasta entonces me atragantaba de cacahuates a diario, compraba los de la bolsita roja, los de la bolsita verde, los de la azul, los acaramelados, los japoneses, los naturales, los sin cáscara, los con cáscara. Todos, unos más sabrosos que otros, una más feos, unos insípidos. Pero hace un tiempo comencé a pensar en los elefantes. ¿No estaría quitándole yo, con mi mala manía, con mi fijación por los cacahuates, la comida de la boca a algún elefante bebé? ¿Alguna elefanta habrá perdido fuerzas y evitado parir un pequeño elefantico por no tener suficiente vitamina cacahuática para consumir durante su período de gravidez? Esas y muchas otras interrogantes más fueron llenando mi cabeza de preocupaciones, tantas que pasé dos enfermedades, más de siete migrañas, sendos salpullidos y marcas en diversos lugares del cuerpo, sudores fríos inesperados. Ya casi no dormía. Entonces lo hice. Dejé de comer ca
Según la RAE, figurar es: "Imaginarse, fantasear, suponer algo que no se conoce."