Salimos como a las cinco de la mañana del hotel, por supuesto noche cerrada, pues en esta época del año al parecer amanece como a las ocho o nueve. Era medianoche en Caracas, así que iba a ser un largo día, donde dormir en el avión era un punto a tomar en cuenta. Salimos arrastrando las pequeñas maletas hasta la estación del metro de Alesia. Luego tomar transferencia en Denfer-Rocherau, en el RER hasta Antony, y de ahí tomar el Orlyval, el metro interno, tipo shuffle gringo, del aeropuerto. En el aeropuerto de Orly hay acceso a Internet inalámbrico, pero hay que pagar. Unos 10 euros la hora. En el hotel también había Internet inalámbrico, pero con las mismas condiciones. Al llegar a Maiquetía sólo llegó una de las maletas, afortunadamente la que tenía la ropa y mis cuantiúnicos zapatos negros. Que vaina. Tags: paris , viaje , turismo , hoteles , aeropuertos , hotspots , wi-fi
Según la RAE, figurar es: "Imaginarse, fantasear, suponer algo que no se conoce."