No, no es snobismo el querer escoger o comprar una copa costosa o especial para tomar vino. Las razones han llegado a detallarse en investigaciones largas y muy serias, especialmente de parte de las casa o empresas productoras de cristales y copas. Trataré de entrar en alguna de ellas con el poco conocimiento que tengo del asunto. Para empezar, la copa de vino debe ser por completo cristalina, sin color alguno ni relieves, muescas, cortes o adornos por más pequeños que sean. No es capricho ni ganas de elegancia, el motivo es tan sencillo como la necesidad de apreciar el color del vino sin que moleste un adorno o lo cambie algún tono del cristal. En el vino el color dice muchísimo acerca de su composición, su edad y por ende su madurez, pero el color no es el tema ahora, sino la copa, y en este caso la capacidad que tenga ésta de permitir apreciar bien esta característica del noble caldo. Tomando esto en cuenta entonces, es lógico también que el grosor del cristal importa, siendo mejor